El proceso de elección de presidente en Líbano ha vuelto al punto de partida después de que se produjera el octavo retraso en la convocatoria de la sesión parlamentaria para designarlo. Algunas formaciones ya son conscientes de que no será posible nombrarlo antes de fin de año, mientras que otras ya han puesto su horizonte en marzo.

«No creo que haya una elección antes de las fiestas de Navidad, del Aid al-Adha [Fiesta del Sacrificio, una de las más importantes del calendario musulmán] y de fin de año», declaró a France Presse Mustafa Allouche, diputado del Bloque del Futuro, que dirige el jefe de la mayoría parlamentaria antisiria, Saad Hariri.

Según Allouche, será también muy difícil elegir un nuevo presidente antes de mediados de marzo, fecha en la que comienza la nueva sesión ordinaria del Parlamento libanés.

«La posibilidad más grave es prolongar el vacío presidencial hasta después de mediados de marzo en el caso de que Michel Sleimane [el jefe del Ejército] no sea elegido en los 20 días de diciembre que nos quedan», destacaba ayer el diario «an-Nahar», próximo a la mayoría antisiria.

El presidente del Parlamento, Nabih Berri, anunció el lunes por la noche que la sesión parlamentaria prevista para ayer se retrasaba hasta el 17 de diciembre.

A pesar de que el general Sleimane es un candidato de consenso entre la mayoría prooccidental y la oposición vinculada a Damasco y Teherán, las negociaciones están bloqueadas por la formación del Gobierno.