Miguel Santos, presidente del club de baloncesto Bruesa GBC y candidato casi a perpetuidad al sillón presidencial de la Real Sociedad en el imaginario de la sociedad guipuzcoana, justificó en la jornada de ayer su decisión de no concurrir a las elecciones que se celebrarán el próximo 3 de enero.

Después de hacer pública la víspera su decisión de no presentarse en un comunicado y condicionar una potencial candidatura a ser «el único candidato», la justificación de tal decisión se esperaba con evidente curiosidad.

Asimismo, era de suponer que el empresario navarro y representante de futbolistas emitiera un discurso crítico con la actualidad del club blanquiazul, aunque la ferocidad de su discurso superara las previsiones.

Miguel Santos, a fin de cuentas, confirmaba que no será candidato a presidir la Real Sociedad y, de paso, criticó sin remilgos la gestión del club en los últimos años. El presidente de Bruesa GBC calificó, además, de «títere en manos de otras personas» al ex presidente Miguel Fuentes.

Santos afirmó también, en una rueda de prensa muy crítica con la actual junta directiva, que se siente «maltratado y víctima de un auténtico cachondeo» y aprovechó la ocasión para mandar un mensaje al ex presidente Fuentes, para el cual tuvo muy duras palabras, y al que dijo que abandonó la presidencia «sin pedir perdón a Malvido». Éste era uno los hombres cercanos a Santos al que Fuentes había acusado de filtrar datos sobre las acciones que tenía su familia que en opinión del ex jugador profesional y ex mandatario realista no se tenían que haber hecho públicos.

«Usted no ha sido un líder -afirmó Santos en alusión a Fuentes- sino un títere que se ha dejado manejar, por eso abandonó el barco antes de los cinco años».

«Te tendí la mano y no me hiciste ni caso, yo que siempre intenté ayudar a la Real y así puedo probarlo a lo largo de la historia. Pero el actual Consejo ha fracasado y se tenían que haber ido todos a la vez», declaró.

No quiere ser un títere

Después de culminar su valoración respecto a los últimos años del conjunto donostiarra, el empresario navarro pasó a enumerar los diversos motivos por los que renuncia a ser candidato a presidir la Real.

El tono fue igualmente crítico en esta segunda fase de la alocución y, entre los motivos que esgrimió, destacaron su deseo de no convertirse en «un títere, ni entrar en un juego de palabras y amenazas que ya he vivido».

Santos quiso poner una vez más el dedo en la llaga al afirmar también que «no funciona el sistema», porque la Real sociedad «se ha acostumbrado a que los presidentes sean una diana y eso es lo que nos ha llevado al desastre».

Según las palabras de un Miguel Santos desatado, «todos son cómplices», -incluido el propio Santos-, de la situación actual del histórico club, aunque después quiso poner el énfasis en aclarar que él no pudo ser el responsable de lo que le ha ido pasando en los últimos años a la Real Sociedad, con el descenso a Segunda División y la precaria situación económica que la entidad viene atravesando desde hace ya tiempo.

Realizando un inciso sobre el proyecto deportivo y económico que tiene en mente, Santos se ufanó de que «ambos caben en un folio», aunque no quiso dar más datos para no ofrecer una información que podría beneficiar a futuros contrincantes electorales. Visto lo visto en la rueda de prensa de ayer, el actual dirigente de Bruesa GBC dio cierta impresión de que su negativa a presidir el club donostiarra pudiera ser circunstancial, y que, por ende, no hubiera arrojado la toalla de intentarlo en un futuro próximo.

Como colofón a una alocución de casi hora y media, Santos adelantó a los presentes que también celebrará una reunión con el único candidato hasta el momento a la presidencia realista, Iñaki Badiola, al que le hará «preguntas» que quiere que conteste antes de decidir su apoyo o no a este aspirante.