Interés
Son gentes absurdas. Niegan el diálogo con la parte de la sociedad vasca que ellos identifican como la causa del único conflicto. Hurtan a su propia gente la posibilidad del diálogo como fórmula de que los diversos vectores del conflicto converjan en la normalidad. Lo anormal de ese comportamiento, en política, sólo se entiende en razón del interés. Y aquí, hay muchos intereses en juego. Electorales y también económicos.
OLASO