Hace algunos años, por primera vez, once asociaciones de inmigrantes reivindicaban juntas sus derechos y denunciaban las detenciones masivas. Solicitamos a la Dirección de Inmigración y al Colegio de Abogados apoyo jurídico y legal para los inmigrantes; a los dos años se crea Heldu. En ese entonces intentamos formar una plataforma de colectivos de inmigrantes y por diferentes cuestiones no pudo concluirse. Este año algunas asociaciones de Gipuzkoa han madurado más esta idea y han tenido por fin su primer Encuentro de Asociaciones de Inmigrantes a fin de conocerse y crear su propia red social, algo que genera esperanza.

Hace muchos años también pedíamos euskera gratis para inmigrantes, hoy esto se empieza a mencionar en los discursos políticos como algo más cercano. Hace muchos años también quisimos ser embajadores populares desde nuestros colectivos y denunciar todo lo que estaba sucediendo en nuestros lugares de origen, en cuanto a guerra, deuda externa, saqueos, invasiones, corrupción política, caos social, narcotráfico, tortura y represión, empobrecimiento de nuestros países versus enriquecimiento de los países del primer mundo... Esto debemos madurarlo más, puesto que aún no es una realidad que los inmigrantes seamos esos embajadores populares.

Hace muchos años también intentábamos ser los protagonistas de nuestras reivindicaciones, empezamos a serlo, pero nos falta seguir trabajando ese punto y sobre todo ir ganando espacios, seguir desarrollando una observación y actitud crítica y autocrítica de los problemas que nos conciernen como inmigrantes y poder reivindicar de manera conjunta nuestros derechos sociales y políticos.

Hace pocos años algunos comenzamos a ver que era necesario implicarnos también en los problemas sociales que nos afectan como nuevos ciudadanos y aquí hay mucho trabajo que hacer, necesitamos analizar e intentar resolver los diferentes problemas sociales, inmigrantes y autóctonos juntos. Hace pocos años, algunos de nosotros también hemos querido tener una implicación social y política en los problemas que existen en el País Vasco, algunos decidimos crear Anitzak para apoyar la resolución del conflicto de manera pacífica. Las condiciones han cambiado, pero no los ánimos ni la necesidad, así que seguimos trabajando para insistir en el diálogo y pedir el respeto hacia el País Vasco, insistir en la no conculcación de derechos hacia los vascos y la búsqueda de solución por una vía política adecuada.

Ahora vemos también la necesidad de denunciar, reivindicar y resolver juntos los problemas sociales y políticos que nos atañen a todos. En la inmigración y en el conflicto vasco hay muchas partes implicadas, hay muchas opiniones y puntos de vista, muchas sensibilidades. Pero de algo estamos seguros, ni los inmigrantes somos delincuentes e ignorantes, ni los vascos son peligrosos terroristas. Así que dejemos de perder el tiempo y comencemos a dar la otra imagen del inmigrante y la otra imagen de los vascos. Hay muchas cosas que hacer de manera conjunta.