Dayna Kurtz lleva más de diez años dando conciertos y siguiendo la estela de los músicos de antes de que apareciera el registro sonoro: dar a conocer sus canciones y exponerlas al público. Esta mujer se define como un «animal de carretera» y ha pasado esta década conociendo las pequeñas salas de conciertos de su país, recorriéndolos en coches de segunda mano y enfrentándose a audiencias ruidosas que no sabían quien era, pero a las que conseguía acallar desde la primera canción. A Anari, por su parte, se le considera como una de las voces más personales que ha dado el rock en Euskal Herria en los ultimos años. Su trabajo más reciente es «Zebra».