Raimundo Fitero
Humor vasco
Partirse de risa. Esto hay que analizarlo: en ETB, los programas que mantienen una buena cuota de pantalla son, tienen, aspiran, parecen... de humor. Más todavía, son de un humor chocarrero. Sin señalar. Las series semanales o diarias presididas por situaciones y personajes de humor son los que recogen mejores muestras de fidelidad. Más que la pelota. Más que otras ofertas que son, sin lugar a dudas, más interesantes, más apropiadas a una televisión de titularidad pública. Así está el asunto. Lo dicho, hay que analizarlo. Porque sucede que los buenos resultados se producen en los dos idiomas, y eso sí que tiene un valor importante diferencial para entender el momento respecto a otras etapas.
En lo ofrecido en español queda claro que retoman la presencia de actores de la vieja guardia teatrera y que se dedican a hacer reír, en unas tramas muy poco elaboradas, con unos guiones más eficaces que estructurados y dejando excesiva libertad a los actores para la sobreactuación. Sucede diariamente y sucede la noche de los lunes, y sucede en la noche de los jueves, y en cada caso deberíamos matizar, porque el generalizar es bastante fácil, pero nada riguroso. Al igual que en euskara, en donde la renovación del plantel de actores es menos urgente ya que la mayoría son de generaciones más cercanas, pero sí que hay que señalar, curiosamente, que en general, y perdonen la vulgaridad, se mantienen en un tono interpretativo excesivo, es decir que parece como si los actores vascos, los guionistas y las propuestas básicas de producción se mueven mejor en la parodia, la farsa, el sainete, que en otros estilos de mayor ambición estética, y por ello más implicación artística lo que, desgraciadamente para todos, puede desembocar en menos aceptación popular.
Obviamente la diglosia actúa de manera constante y funcionan mejor, en términos absolutos, las propuestas en castellano que las de euskara, pero diría que en estos momentos existe más intención renovadora en euskara que en castellano que, en buena lógica, debe competir contra muchas más cadenas y buscan más efectismos, y ello se convierte en más facilidad para las audiencias rebajando el nivel. Juraría.