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La lucha del pueblo kurdo por sus derechos

«El Gobierno regional kurdo ha dado luz verde a ataques limitados»

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Faruk DORUK
Centro de información de kurdistán

Referente del pueblo kurdo en Euskal Herria, Faruk Doruk advierte de que EEUU habría variado su posición, arrastrando a los dirigentes políticos de Kurdistán Sur (Irak) a aceptar acciones limitadas y selectivas contra el PKK. Con todo, y pese a las últimas noticias, no cree que asistamos antes de la próxima primavera o verano a una ofensiva de envergadura.

Dabid LAZKANOITURBURU |

Director del Centro de Información del Kurdistán, Faruk Doruk ha recalado en Euskal Herria, concretamente en Donostia, para dar testimonio directo de la lucha de la mayor nación sin Estado del mundo en unas jornadas organizadas por la asociación Urguldarrak y en las que han colaborado Herria Elkartea, el Gabinete Vasco de Análisis Internacional y Donostia entre Mundos.

Kurdistán ha vuelto a la actualidad por los periódicos bombardeos del Ejército turco contra posiciones del PKK. ¿Asistimos a un salto adelante por parte de Ankara?

Por vez primera, el Estado turco ha llegado a convencer a EEUU, al Ejecutivo iraquí y al Gobierno Regional Kurdo en torno a una posición conjunta contra la presencia, digámoslo así, del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el enclave que nosotros llamamos zonas de protección de Media, que está en las regiones fronterizas entre los actuales Irán e Irak, Irak y Turquía, en el corazón montañoso de Kurdistán.

¿A qué se refiere con el término zonas de protección de Media?

Media es el nombre antiguo del actual Kurdistán. Los medos somos los actuales kurdos. Es una zona que nadie ha ocupado hasta ahora a lo largo de la historia... ni Iskander (nombre con el que los pueblos de Oriente Medio bautizaron a Alejandro Magno) ni los griegos ni ningún otro imperio. Es una zona montañosa dominada por los Zagros.

¿Si ha cambiado, cuál era la posición hasta ahora de los principales países en la zona?

EEUU rechazaba cualquier tipo de intervención turca en esta zona. Los partidos de Kurdistán Sur (Irak) mantenían también una posición más o menos correcta. Insistían en que el problema es de naturaleza política y que Ankara debía optar por una salida negociando con el PKK en la zona del Norte (Turquía). Se ofrecían incluso como intermediarios para un acuerdo.

¿Y el Ejecutivo turco?

Antes de las elecciones generales turcas de julio en las que revalidó su victoria, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamistas) llegó a alinearse con una iniciativa de EEUU, del Gobierno de Irak y del Gobierno Regional Kurdo que, básicamente, pedía al PKK un cese del fuego para facilitar una solución al problema kurdo en el norte del Kurdistán. Ante esos intentos y conversaciones directas e indirectas, el PKK decretó un alto el fuego. Justo antes de la jornada electoral, el Gobierno turco, dirigido por el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, reiteró la exigencia de que el PKK cesara sus acciones militares y de que el Ejército no debería hacer operaciones militares. Es la posición que siempre ha defendido el PKK.

¿Cómo reaccionó el todopoderoso Ejército turco?

Decidió continuar con las operaciones militares hasta, según ellos, exterminar al último guerrillero del PKK. Esto coincidió con la crisis en torno a la Presidencia de la República. El EJército se posicionó directamente contra el candidato del AKP, Abdullah Gül. El conflicto fue muy fuerte. Lo cierto es que el alto el fuego no funcionó en la práctica por los oídos sordos del Ejército, que trasladó a 300.000 soldados a la frontera, lo que dio la puntilla a aquella iniciativa.

¿Y el Gobierno del AKP se quedó de brazos cruzados?

En realidad el AKP dejó en evidencia entonces que había estado inmerso en un doble juego. Por una parte, había querido dar una imagen, de cara a la población kurda, alineándose a favor de una solución política y justificando su inacción en que el Ejército no le dejaba hacer en vísperas de elecciones. Pero, en realidad, estaba colaborando directamente con el Ejército para debilitar al movimiento de Liberacion Nacional Kurdo. Eso quedó patente cuando trató de poner todo tipo de trabas a la presencia de candidatos kurdos en las elecciones.

Pese a que las conversaciones directas o indirectas a las que hemos hecho referencia incluían el compromiso por Ankara de no torpedear la presencia política kurda en el Parlamento, el Gobierno intentó que los candidatos independientes no pudieran presentarse incluyendo todo tipo de artimañas, como la de incluir a todos los candidatos de las distintas formaciones en una misma lista, una lista muy larga que acarreaba problemas de identificación para los que no saben leer en turco.

Pero no pudo impedir que la formación kurda soberanista DTP lograra buenos resultados.

Nosotros logramos un grupo parlamentario propio, con 23 diputados elegidos, por primera vez en la historia de Turquía. Ha sido una victoria incontestable para el movimiento popular que lucha por los derechos de los kurdos en lo que llamamos Kurdistán Norte.

Tampoco fueron malos los resultados el AKP en la ocupada Kurdistán Norte.

Es cierto que consiguieron muy buenos resultados. En las zonas en las que nosotros pudimos presentar candidatos, siquiera independientes, ganamos pero en el resto la población votó mayoritariamente por el AKP como método de protesta contra el Ejército y para defender la posibilidad, siquiera como promesa, de una salida. Es un ejemplo claro de manipulación electoral. Una vez que logra la mayoría absoluta, la idea de una solución política desaparece del imaginario del AKP.

¿Qué ocurre entonces?

Justo después de las elecciones se sella una alianza de facto y estratégica, hasta ahora nunca vista, entre el Ejéricto, el AKP y el resto de partidos antikurdos, que se presenta públicamente. El Gobierno se radicaliza y defiende incluso la guerra contra el actual Irak. El Parlamento da permiso para entrar en Irak y comienza una presión fuerte sobre el Gobierno Regional Kurdo, sobre Irak y EEUU, hasta llegar a poner a Washington en un dilema: o eliges Turquía o el Gobierno Regional kurdo.

En este contexto, Erdogan es recibido por el presidente Bush...

El resultado visible de la última reunión entre Bush y Erdogan en la Casa Blanca es que por primera vez y oficialmente Washington declara al PKK enemigo común. EEUU y el Gobierno iraquí dan el visto bueno a que Turquía lleve a cabo acciones limitadas, selecticvas como ellos las llaman. Irak y EEUU aprueban acciones limitadas. Este acuerdo ha quedado totalmente visualizado estos días con los bombardeos turcos.

¿Cómo interpreta este cambio de postura de EEUU?

Tiene su lógica, denunciable e imperial, pero al fin y al cabo lógica. EEUU está preocupado por las relaciones de Turquía con Irán y trata de cortarlas ofreciendo a cambio su ayuda a Ankara contra el PKK. Así, busca alinear a Turquía a su lado en su ofensiva contra Irán, que no olvidemos que es el enemigo estratégico número uno de EEUU en Oriente Medio porque es el que mueve los hilos de todos los movimientos islamistas en Irak, en Líbano y en Palestina. Todo ello cuando en la actualidad Turquía, Irán y Siria, que reprimen a las minorías kurdas dentro de su frontera, tienen una alianza estratégica político-militar contra el PKK. Irán hace la guerra contra el PKK para convencer a Turquía de que haga de intermediario con EEUU en la crisis nuclear. Hay varios frentes que se cruzan. Es una muestra de la complejidad de la política en esta zona del mundo.

¿Y cuál es la actitud ahora del Gobierno Regional Kurdo?

Ha habido un cambio total en las declaraciones de sus dirigentes. Hasta hace semanas habían advertido de que resistirían a los ataques turcos, habían amenazado con una alianza contra Turquía y habían acusado a sus dirigentes de fascistas. Toda esa retórica ha desaparecido. Los dirigentes turcos declararon recientemente que los «kurdos de Irak» habían comprendido al fin la posición turca. Esto coincidió con el levantamiento del embargo declarado por Turquía contra Kurdistán Sur.

¿Tiene pruebas de ello?

El Gobierno Regional kurdo ha comenzado a instalar controles en las zonas de protección de Media, rompiendo con los acuerdos tácitos vigentes hasta ahora entre las dos fuerzas político-militares por las que el PKK tenía permiso de tránsito. Más allá de condenas retóricas, el Gobierno Regional kurdo ha dado luz verde a los bombardeos selectivos e incluso a una alianza Turquía-Irán para realizar acciones militares conjuntas.

¿Qué opina de todo esto la población de Kurdistán Sur?

Evidentemente, está radicalmente en contra de que Turquía asome siquiera en su tierra y está comenzando a sufrir los bombardeos de los últimos tiempos. En esto hay un claro divorcio con sus dirigentes y podría convertirse en un problema para estos últimos.

«Turquía prepara una gran ofensiva para la primavera o el verano»

¿Estamos ante un nuevo escenario en la crisis?

Desde el punto de vista militar no es fácil que Turquía se decida a entrar por tierra. Lo ha intentado varias veces y nunca ha podido acabar con el PKK. Los propios partidos políticos de Kurdistán Sur, que en el pasado han colaborado con el Estado turco, reconocen que es una zona que ni ellos pueden controlar. Una incursión podría incluso convenir al PKK, porque provocaría muchas bajas por parte turca y ello podría generar un shock en su opinión pública que podría hacerla bascular a favor de la apertura de un proceso político.

¿Se atreve a hacer un diagnóstico?

A corto plazo, las condiciones han cambiado. Ha llegado la nieve y no creo que pueda hacer una gran operación militar. Eso no quiere decir que no la esté preparando para la primavera-verano. Pero para ello debe lograr el placet del Gobierno Regional kurdo.

Y, mientras tanto, la guerra abierta entre el Ejército turco y la guerrilla del PKK no ha cesado en estos meses.

El Ejército turco ha tenido recientemente muchas bajas y muy lejos de la frontera iraquí. Ahí está el caso de los 12 soldados turcos capturados. Su puesta en libertad por el PKK ha molestado a Ankara, que les va a juzgar, paradójico, por atravesar sin permiso una frontera extranjera. También ha anunciado que levantará la inmunidad a los tres parlamentarios del DTP que mediaron para su liberación.

Y planea la ilegalización del partido.

Se repite la ya larga historia de ilegalizaciones contra los kurdos. Ahora quieren proscribir a la dirección y a los 300.000 militantes del DTP. Y se justifican recordando que el Estado español, miembro de la UE, ilegalizó a Batasuna.

Pero, ¿no ha mejorado la situación del pueblo kurdo por las negociaciones de adhesión a la UE?

Es pura cosmética y te voy a poner un ejemplo. Todo el equipo de gobierno de Diyarbakir ha sido destituido por osar utilizar el kurdo en el boletín municipal. D. L.

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