Maite SOROA
La reacción contra las reacciones
La sentencia del 18/98 aún colea (y lo que te rondaré, moreno) y ayer el editorialista de «El Correo Español» se mostraba indignado por la reacción de los agentes vascos, en especial por las declaraciones provenientes del Gobierno de Lakua.
Según el editorialista de Vocento, «el comunicado con que ha reaccionado el Gobierno vasco a la sentencia que anteayer hizo pública la Audiencia Nacional en el conocido como 'caso Ekin' o sumario 18/98 supone una deslegitimación en toda regla de la labor judicial». ¡Toma ya!
Y es que, protesta, «tres páginas le han bastado al Gobierno para descalificar las más de mil que el tribunal ha empleado para fundamentar su veredicto. Y, si bien la cantidad no es por sí misma prueba de calidad, asombra la ligereza con que el Ejecutivo se ha apresurado a enjuiciar una sentencia que no ha tenido tiempo material siquiera de leer y, mucho menos, de meditar». Servidora se los ha leído (sí, los más de mil) y llega a la misma conclusión que el Gobierno de Lakua. Además, no es verdad que hagan falta tres folios para descalificar esa sentencia. Hay multitud de palabras que por sí mismas bastan.
Y para terminar de darle la vuelta a la tortilla, el escriba de Neguri dice que ha existido «un juicio en verdad sumarísimo» contra el tribunal especial en el que «el Gobierno repite calificativos ya usados para deslegitimar la resolución que van del `encarcelamiento de ideas' a la pena por 'delito de opinión', pasando por acusarla de `herir a la democracia', ser `un agujero de excepción', representar un `sumidero de garantías', `retorcer las leyes', `privar injustamente a ciudadanos de su libertad', adolecer de una `clamorosa falta de rigor', `destilar valoraciones políticas', haber sido dictada por `presión política' y constituir `una herramienta de persecución contra ciudadanos incómodos o disidentes'. Un cúmulo de descalificaciones que no refleja, ni de lejos, el respeto que debe existir entre las instituciones de un Estado de Derecho cuando se trata de expresar sus discrepancias». Mira por dónde hoy le voy a felicitar las pascuas a Joseba Azkarraga. Ha acertado y el de «El Correo Español» se ha resentido.