El centro de esquí nórdico de Larra-Belagua, si bien ayer no pudo comenzar su actividad debido a las adversas condiciones meteorológicas, está a punto de poder hacerlo plenamente. A punto de materializarse un proyecto que contaba con la oposición de ecologistas y montañeros de Nafarroa y suscitó una agria polémica en el valle de Erronkari. Un proyecto al servicio del cual el Parlamento navarro redujo la franja de protección de la Reserva Natural de Larra, incompatible con la práctica del esquí.

Llama la atención, en cualquier caso, no sólo la apuesta del Gobierno de Nafarroa por un tipo de infraestructuras cuya utilidad y conveniencia son cuando menos dudosas y que no tienen en cuenta la opinión de los ciudadanos que se verán afectados por la materialización de esos proyectos, sino además el olvido de otros entornos, en el propio Pirineo, el olvido incluso del plan de revitalización que el propio Gobierno presentó para esas zonas que reivindican, como hicieron numerosos cargos electos hace escasos días, la atención de los gobernantes del herrialde hacia esas zonas olvidadas a la hora de elaborar los presupuestos de Nafarroa. Quizá las infraestructuras reivindicadas no son lo suficientemente importantes para ese Gobierno, no tanto, y mucho menos tan costosas, como la fallida Autovía Transpirenaica.