El secretario general de LAB, Rafa Díez Usabiaga, llamó ayer a los sindicatos a dar «un paso adelante» en la denuncia de la siniestralidad laboral, cuya «causa fundamental son las actuales condiciones laborales», y destacó la necesidad de que esta materia «entre en la agenda política y social».

En una rueda de prensa en Bilbo, Díez Usabiaga se pronunció de esta manera después de que en la mañana de ayer se produjera un nuevo accidente laboral mortal. Félix Urrutikoetxea, de 60 años y afiliado al sindicato abertzale, se convertía en el trabajador número 116 muerto en lo que va de año.

Según fuentes del Departamento de Trabajo, Félix Urrutikoetxea sufrió una insuficiencia cardiorespiratoria, golpeándose en la cabeza al caer al suelo.

Díez Usabiaga denunció que en el mundo laboral se está produciendo una «auténtica tragedia social que tiene responsabilidades en la actitud de los empresarios y en la pasividad de las administraciones públicas».

En este contexto, indicó que, «más allá de discursos», es preciso tener en cuenta que «la realidad objetiva» de las condiciones laborales, con «precariedad y subcontratación», son las «causas fundamentales» de los accidentes laborales mortales.

Por ello, reclamó que «este asunto debe entrar en la agenda política y social» y que, desde el movimiento sindical, «más allá de denunciar muerte a muerte lo que hay detrás de cada una de ellas, hay que dar un paso adelante en la denuncia de toda esta situación, de las condiciones laborales, de las administraciones públicas».

La central indicó en un comunicado que este nuevo accidente mortal «nos devuelve a una realidad dura y cruel de las relaciones laborales, de la precariedad en la que la patronal nos obliga a trabajar». Asimismo, denunció que la empresa, tras la muerte de Urrutikoetxea, «en todo momento se ha negado a parar y ha intentado seguir como si no hubiera pasado nada».

«Alarmante y escadalosa»

Entretanto, ELA calificó de «alarmante y escandalosa» la cifra de los 105 fallecidos por accidentes laborales en lo que va de año, según su recuento, y afirmó que es una situación «preocupante». ELA indicó que los responsables «están tranquilos», y denunció la pasividad de la Administración.

Por otro lado, el sindicato LAB recordó ayer que el pasado martes también murió en Eskoriatza (Gipuzkoa) J.M.C.,de 55 años, trabajador de la empresa Calderería Epele.