GARA > Idatzia > Mundua

El responsable de L'Arche de Zoé insiste en que actuó por «motivos humanitarios»

GARA |

El presidente de la ONG francesa L'Arche de Zoé, Eric Breteau, acusado junto con otros cinco integrantes del grupo de intento de sacar ilegalmente de Chad a más de 100 niños, señaló ayer que sus acción fue una «legítima misión humanitaria para salvar huérfanos de guerra».

«Rechazo todos los cargos de los que nos acusan. Nuestra asociación actuó por motivos puramente humanitarios y de conformidad con la declaración universal de los derechos del hombre y con la Convención de Ginebra de 1959», manifestó Breteau en el comienzo del juicio por intento de secuestro y fraude que las autoridades chadianas han instruido contra los seis franceses y tres chadianos y un sudanés a los que acusan de complicidad.

Los miembros de la ONG han realizado una huelga de hambre de una semana en protesta por lo que califican de «cargos inverosímiles».

Fuerte dispositivo de seguridad

En los alrededores del Palacio de Justicia de la capital chadiana se desplegó desde la mañana un fuerte dispositivo de seguridad a cargo de un centenar de gendarmes como medida de prevención ante posibles incidentes, ya que un elevado número de personas acudió para seguir el inicio del proceso.

El caso ha desatado la ira de los chadianos que acusan al Estado francés de interferir en favor de sus ciudadanos sin tener en cuenta la soberanía de Chad. París mantiene un nutrido contingente de tropas en territorio de su antigua colonia y prevé encabezar la fuerza de paz europea en la zona fronteriza con Darfur, en el vecino Sudán.

Breteau y sus compañeros fueron arrestados el 25 de octubre cuando, acompañados por tres periodistas, también franceses, intentaron sacar a 103 niños desde Abéché, en el este del Chad y próxima a Sudán, a bordo de un avión de la compañía catalana GirJet.

Las autoridades chadianas detuvieron a todos los pasajeros, al belga Jacques Wilmart y toda la tripulación del avión. Pero a excepción de los seis franceses acusados directamente del caso, todos los demás fueron puestos en libertad, la mayoría de ellos con la mediación del presidente francés, Nicolás Sarkozy, que viajó hasta N'Djamena.

Tras los arrestos, funcionarios chadianos y de la ONU informaron de que la mayoría de los 103 niños no eran huérfanos ya que tenían, al menos, a uno de los padres vivos y que no eran originarios de Darfur sino de la región chadiana cercana a la frontera con Sudán.

De ser hallados culpables los seis franceses podrían ser sentenciados a penas de entre cinco y veinte años de prisión con trabajos forzados.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo