«Aquí se juegan dos cosas extremadamente importantes: la solidez de los acuerdos entre los aliados y evitar que Afganistán se convierta en un Estado terrorista; se juega aquí una guerra, una guerra contra el terrorismo, contra el fanatismo que no podemos y no debemos perder», afirmó Nicolas Sarkozy durante su visita a Afganistán.

En vísperas de Navidad, Sarkozy realizó una visita sorpresa a los 1.600 soldados franceses destacados en el contingente ISAF (Fuerza de Asistencia para la Seguridad, bajo mando de la OTAN), la mayoría de ellos en Kabul y el resto en la sureña Kandahar, y prometió a su homólogo afgano, Hamid Karzai, «apoyo político y militar a largo plazo».

Karzai recibió a Sarkozy en el Palacio Presidencial de Kabul por la mañana, horas antes de entrevistarse también con el primer ministro australiano, Kevin Rudd, quien llegó a Afganistán procedente de Irak.

Según el comunicado emitido por la Presidencia afgana, ambos líderes coincidieron en que «la inseguridad y el cultivo de drogas son retos serios para Afganistán» y convinieron en que «es preciso seguir luchando contra el terrorismo y el narcotráfico».

Sarkozy viajó a Afganistán acompañado por sus ministros de Defensa, Hervé Morin, y Exteriores, Bernard Kouchner, y por la secretaria de Estado para los Derechos Humanos, Rama Yade.

Refuerzo militar

En respuesta al llamamiento de Washington a aumentar el contingente militar, Sarkozy indicó que «probablemente reforzaremos la presencia de los que encuadran el Ejército afgano», mencionando un refuerzo «cualitativo más que cuantitativo». «No pensamos que la solución sea solamente militar», aseguró antes de precisar que «lo importante para nosotros es ayudar a la aparición de un Estado afgano legítimo, democrático y moderno».

También el primer ministro australiano reafirmó ante Karzai la permanencia de sus tropas, medio millar de hombres destacados en la conflictiva provincia central de Uruzgan, a las que visitó antes de la entrevista mantenida por ambos en Kabul. «La razón por la que he venido a Afganistán en esta ocasión es porque encabezo un nuevo Gobierno en Australia. Tenemos tropas aquí y quería aprovechar la primera oportunidad para visitarlas y para confirmar al Gobierno afgano que nuestro compromiso sigue en pie», mani- festó Rudd en la rueda de prensa conjunta con el mandatario afgano.

El jefe del Ejecutivo australiano, no obstante, aprovechó para criticar la decisión de los Países Bajos -estado con el que las tropas australianas operan conjuntamente en Afganistán- de ampliar casi dos años y medio, hasta fines de 2010, el plazo de permanencia de sus tropas en el país asiático. Los soldados australianos están en Afganistán «para un largo trayecto» y «es importante para nosotros estar aquí en asociación con la OTAN, de la que Holanda forma parte», destacó Rudd.

Karzai, por su parte, agradeció la implicación de Australia e indicó que «ha sido un buen amigo de Afganistán en la lucha contra el terrorismo y ha ayudado a la reconstrucción de nuestro país».