Hace ya bastante tiempo que Osasuna en Liga no se da una alegría rodeado de su afición -desde el 7 de octubre-, por lo que el último encuentro de 2007 se presenta como una buena oportunidad para invertir esa negativa tendencia.

La mejoría en el juego rojillo y la consolidación de un once con continuidad en las últimas jornadas -Ziganda sólo realizará dos cambios con respecto al equipo que se enfrentó al Real Madrid- dan pie a pensar que los navarros pueden cosechar esa ansiada victoria para comer el turrón con mayor tranquilidad.

Con ese objetivo, el técnico de Larraintzar mantendrá prácticamente el bloque que ya ha obtenido las dos únicas victorias foráneas y que dejara tan buena imagen en el Bernabéu, con los únicos retoques de la vuelta de Puñal al once, tras cumplir su partido de sanción, y la entrada de Juanfran por el renqueante Vela -el mexicano entra en la convocatoria en cualquier caso-, lo que obligará a Plasil a situarse en el carril izquierdo.

El preparador osasunista deberá estar pendiente, además, de la evolución de la torcedura de tobillo que se produjo Plasil en el último ejercicio del entrenamiento de ayer al realizar un remate a puerta. En principio no dio la impresión de que el incidente fuera a mayores, pero por si acaso, Ziganda convocó a diecinueve jugadores, incluyendo en la lista a Sola.

Precedente copero

El choque entre Osasuna y Mallorca está marcado por la eliminatoria copera que mantienen ambas escuadras, que de momento firma un primer round a favor de los rojillos en la ida tras derrotar a los isleños por 2-0 el pasado día 12 y que se terminará solventando el próximo 2 de enero en Son Moix.

En cualquier caso, el encuentro que se disputará hoy contará con muy diferentes protagonistas a los que jugaron la ida del torneo del KO y en él se pondrán en liza tres puntos que pueden contribuir al ascenso de un buen número de posiciones, sobre todo en el caso de los locales. De un triunfo depende la tranquilidad de las vacaciones navideñas.