Elorrio pellizcó el Gordo, pero Iruñea pescó todavía más millones del bombo
36 millones de euros en iruñea, 18 en Elorrio y Galdakao, 12 en Donostia... La lotería de Navidad hizo correr ayer champán y sidra en todos los herrialdes. El Gordo hizo parada esta vez en Bizkaia, con series del 6.381 vendidas en Elorrio y Bilbo, pero fue en Iruñea donde se cobraron la mayor pieza. La «culpa» la tuvo un número redondo, de esos llamados feos: 69.200.
Fue además el primero de los grandes premios en salir del bombo en Madrid. La suerte voló hasta la calle Amaia de Iruñea, y de ahí a rumbos distintos: el colegio de las Ursulinas, el Departamento de Industria del Gobierno navarro, el restaurante Zubi-Ondo de Uharte, la localidad de Zarrakaztelu e incluso los bolsillos de dos componentes de Osasuna: el portero Ricardo y el segundo entrenador, Jon Andoni Goikoetxea.
El lotero, Agustín Moreno, ni se lo creía cuando sacó cuentas: 36,6 millones de euros por un simple cuarto premio. Hacía casi una década que en Nafarroa no caía tanto dinero.
El despacho de la calle Amaia se llenaba de periodistas cuando, a las 10.46, los niños y niñas de San Ildefonso cantaban el número 6.381. Era el Gordo. Y en Elorrio empezaron a sonar los teléfonos sin parar. El txoko Lagun Toki se había llevado cinco series vendidas en participaciones de seis euros. Algunas fueron a parar a sociedades como Kili Kolo de Durango u otra ubicada en Elgeta, según explicaron. Varios premiados posaron en la cocina del txoko, descorchando el champán. Otra serie del mismo número había sido distribuida desde Bilbo.
Pero todavía había más pellizcos de suerte para Euskal Herria. Otra hora después, en torno a las 11.30, la explosión de alegría tenía como epicentro Donostia, con sacudidas también en Galdakao y Oion, con lo que la fortuna se extendía a todos los herrialdes. El 76.623 era el segundo cuarto premio, y los dos habían ido a parar a Euskal Herria. El rastro de este número resultó más difícil de seguir. Desde la oficina de la calle Urbieta resaltaron que «está muy repartido» entre clientela habitual y visitantes esporádicos.
IRUÑEA
Maribel, dominicana: «Lo primero, comprar una casa de 3.000 euros a mi hermano»
Maribel, una joven inmigrante dominicana, no podía dejar de dar saltos de alegría en la oficina de la calle Amaia, tras comprobar que sí, que el 69.200 la había convertido en millonaria a miles de kilómetros de su país natal. Se enteró en la pescadería en que trabaja: «Solté los machetes y me puse muy nerviosa, no podía ni limpiar la lubina».
A Maribel no le costó decidir en qué invertirá los primeros euros de este cuatro premio: «Le compraré a mi hermano una casita de 3.000 euros que le están vendiendo», explicaba. Evidentemente, le sobrará mucho más. Había una pequeña gran historia detrás. Su hermano vio su casa destrozada por una reciente tormenta tropical. Una palmera le cayó encima, y en el accidente perdió, además ,la visión de un ojo.
La joven dominicana hablaba también de «una buena celebración» con su familia. Muchos de ellos, por cierto, viven en Nafarroa: su madre, sus hermanas y algunos sobrinos con los que aún no había podido hablar ayer al mediodía. Maribel tiene además dos hijas, una de once años y otra de siete meses. Cruzó el océano Atlántico hace quince años y lleva cuatro trabajando en la pescadería en la que la suerte le fue a visitar.
ELORRIO
90.000 euros por cabeza en un txoko gastronómico que cuenta con 125 socios.
Eider Barrena, tesorera de Lagun Toki, tenía motivos ayer para no dejar de recibir abrazos. Ella fue quien adquirió hace un mes un total de 50 décimos (es decir, 1.000 euros de inversión), que al mediodía se convirtieron por arte de magia en 15 millones de euros, 2.500 millones de las antiguas pesetas.
Cada uno de los compradores de las participaciones se levantó ayer con 90.000 euros más en el bolsillo. «Hoy jo ta ke, hasta que el cuerpo aguante», afirmaba uno de los premiados mientras empezaban a correr las bebidas alcohólicas. La llegada en masa de los periodistas hizo luego que las celebraciones se trasladaran a puertas adentro de los domicilios.
El anecdotario fue extenso. Uno de los socios, Emeterio, explicaba, por ejemplo, que «tengo la costumbre de anotar los números premiados, y esta mañana lo estaba haciendo, cuando de repente he oído por la radio que había tocado en una sociedad gastronómica de Elorrio. Luego me he dado cuenta de que me había tocado a mí».
El pesidente, Ibon Iriarte, ya planeaba las reformas que se pueden hacer en el establecimiento sonreído por la fortuna: una sociedad mixta con 125 socios, de todas las edades.
BILBO
Tres millones repartidos desde la oficina que ya tuvo suerte el año de las riadas.
La popular Azkarreta, en el Arenal junto a la Plaza del Arriaga de Bilbo, también repartió una serie del Gordo. El premio más deseado retornaba a Bizkaia nada menos que 21 años después.
Mientras los afortunados lo celebraban en privado, los empleados de la Administración número 8 de la capital vizcaina atendían a los medios. «Estamos muy contentos, porque dar un Gordo es el trabajo de todo el año», explicaba Ernesto Ollora.
No es la primera vez, en cualquier caso, que Azkarreta reparte buena fortuna. «El año pasado dimos un cuarto premio, pero quizás el que más suene sea el del año de las inundaciones, en 1983, cuando dimos el segundo en su totalidad. Y hemos dado algunos más también», indicaba el empleado.
Los boletos de la serie fueron vendidos, en este caso, «en ventanilla, con toda seguridad». Sólo fue una serie, pero repartir tres millones de euros no es algo que ocurra todos los días, ni todas las navidades.
El 6.381 que copó los titulares de ayer fue compartido por Elorrio y Bilbo con localidades tan dispersas como Barcelona, Alicante, Almería, A Coruña. Lleida, Madrid, Asturias, Canarias, Teruel y Toledo.
BARAKALDO-LOIU
Un número vendido ya en verano y otro repartido en la ventanilla del aeropuerto
La suerte madrugó en Barakaldo, porque hace ya meses que alguien se metió en el bolsillo el 11.654, que ayer se coló entre los quintos premios. Hoy, los diez décimos vendidos valen un total de 50.000 euros.
Las dueñas de la Administración número 7, Marisa Burgos y Gloria Gil, explicaban ufanas que se trataba de «una serie suelta», que son las primeras que se ponen a la venta, por lo que calculan que se debió de vender por los meses de julio o agosto. Tampoco ellas eran neófitas a la hora de repartir millones, porque ya en 2002 distribuyeron el primer premio del sorteo de El Niño, según rememoraban ayer desde esta oficina ubicada en la calle Elkano.
Al otro lado de la ría, en Loiu, la administración de lotería situada en el local 160 del aeropuerto vendió también parte de otro quinto premio: el 5.919. Se cobrarán 200.000 euros por cada serie. Probablemente, los boletos se habrían llevado la suerte volando desde la terminal del aeropuerto.
Más euros todavía dejó en Bilbo el 69.200, el mismo número que repartió un porrón de millones en Iruñea. Esta porción había sido vendida en la administración número 22, situada en la calle Elizondo del barrio de Indautxu.
Y más lluvia de euros hubo en Galdakao, donde el 76.623 dejó cerca de 18 millones al ser vendidos allí 900 décimos. Prácticamente la mitad habrían sido distribuidos desde el bar Mari de Arrigorriaga, y también resultaron agraciados los empleados de la empresa Avnet, de Galdakao, así como una asociación de mujeres aficionadas a la costura de la localidad de Etxebarri.
El goteo del bombo en Bizkaia deparó también buenas noticias en Zornotza y en una oficina de Santutxu, con premios menores. Entre el Gordo, los cuartos y los quintos, los vascos se llevaron unos 90 millones de euros.
GARA
fue el número del Gordo, que dejó cerca de 18 millones de euros en Elorrio -prácticamente todos en la sociedad Lagun Toki- y tres más distribuidos desde una oficina de la calle Arenal, en Bilbo
Este quinto premio fue vendido desde Euskal Herria, aunque su rastro resulta mucho más difícil de seguir porque varias series se vendieron desde el aeropuerto de Loiu. Otras salieron de Zornotza.
El segundo cuarto premio también fue a parar a suelo vasco. En este caso, parte del boleto se repartió desde la calle Urbieta de Donostia, y algo más desde Galdakao. Otra parte se vendió en Oion.
Este cuarto premio dejó, sin embargo, la mayor cantidad de millones en Euskal Herria. Casi todos se quedaron en Iruñea: Colegio Ursulinas, Gobierno navarro y dos componentes de la plantilla de Osasuna.
Una oficina de Barakaldo que ya repartió el Gordo del Niño en 2002, distribuyó una parte de este quinto premio. Se trataba de una serie suelta que, creen, se debió de vender ya en julio o agosto.