2.000 personas exigen en la calle el cese del jefe de la Policía Municipal de Iruñea
Cerca de 2.000 personas se dieron cita ayer en Iruñea para exigir el cese del actual jefe de la Policía Municipal, Simón Santamaría. El acto contó con la presencia de miembros de las coordinadoras de los barrios.
Asier VELEZ DE MENDIZABAL |
A pesar de las continuas denuncias de diversos grupos populares de la ciudad y de que el pleno municipal reclamó su cese inmediato hace ya tres meses, UPN sigue haciendo oídos sordos y no ceja en su empeño de mantener en su puesto al jefe de la Policía Municipal de Iruñea, Simón Santamaría.
Ayer, la demanda salió a la calle. Unos 2.000 ciudadanos denunciaron que desde que UPN asignara a Simón Santamaría como jefe de la Policía Municipal, «las denuncias contra este cuerpo han aumentado considerablemente por la brutalidad con la que actúan para acallar cualquier tipo de disidencia con la política que lleva a cabo la alcaldesa Yolanda Barcina», algo que según los organizadores de la movilización, «es de esperar teniendo a un militar al mando de una policía civil».
La manifestación, convocada por la plataforma Iruñea Gu Geu, partió a las 17:00 desde la antigua estación de autobuses bajo el lema «¡Santamaria kanpora! Respetad la palabra de Iruñea», y tras recorrer las calles del centro de la ciudad finalizó frente a la sede del Ayuntamiento.
La marcha transcurrió sin incidentes, y en la misma se pudieron escuchar consignas contra la política municipal que lleva a cabo UPN, así como contra la actuación de algunos agentes del cuerpo policial.
Cabe destacar la asistencia de varios miembros de las Coordinadoras Culturales de los barrios. De hecho, el portavoz de las Coordinadoras, Felipe Castell, portó la pancarta de la cabecera de la manifestación.
Al finalizar la marcha, portavoces del colectivo popular leyeron un comunicado en el que denunciaron que UPN pretende implantar un modelo de ciudad «pensado de espaldas a la ciudadanía y basado en el autoritarismo, la sumisión de ideas y la represión», y que para ello «ha utilizado y remodelado la Policía Municipal asignando a Simón Santamaría como jefe de este cuerpo policial». En ese sentido, criticó que UPN ha impulsado «una Policía Municipal represiva contra todo lo que se salga de su modelo a nivel social, cultural y económico».
Descontento entre los agentes
Asimismo, el representante de Iruñea Gu Geu quiso remarcar que «la mayoría de los 400 efectivos que componen este cuerpo policial están descontentos con este mando».
Según explicó, el motivo es que «les obligan a realizar actuaciones y funciones que hasta ahora no realizaban y que les suponen un enfrentamiento continuo con la ciudadanía».
Horas antes de la manifestación, miembros de las Coordinadoras Culturales de los barrios presentaron ayer en el Ayuntamiento de Iruñea la solicitud de autorización para la celebración de las kalejiras de los olentzeros. El portavoz de las Coordinadoras, Felipe Castell, informó de que en la instancia presentaron «el seguro civil obligatorio y el acta del último pleno municipal del viernes en el que se aprobó una moción exigiendo la retirada de las fianzas por llevar a cabo las kalejiras de los Olentzeros», algo que, según su opinión, «debe ser suficiente para que el Ayuntamiento desista en su empeño de hacernos cargar con las fianzas».
No obstante, cabe recordar que la moción no es vinculante y que la concejala de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Ana Elizalde, aseguró anteayer que no pensaba suprimir las fianzas, argumentando que «las comisiones no se comprometen a bailar y cantar sin convertir los Olentzeros en un acto propagandístico».
Este año, Iturrama y Mendillorri han sido los únicos barrios que han accedido a abonar las cantidades exigidas. Si finalmente UPN no acepta la solicitud, habrá que ver cuál es la actitud de la Policía Municipal mañana y si se repiten las escenas de identificaciones y posteriores multas.
A.V.M.
Los convocantes recordaron que «el pleno municipal, así como la ciudadanía y la mayoría de los grupos populares, han pedido el cese de Simón Santamaría», y por ello exigieron a UPN que respete «la palabra de los ciudadanos».
