Caracas anuncia que ya tiene un plan para recibir a los rehenes de las FARC
GARA |
El presidente venezolano, Hugo Chávez, regresó ayer a Caracas con el objetivo de organizar el canje de rehenes de la guerrilla de las FARC por presos políticos.
«Se trata de una operación delicada», indicó Hugo Chávez desde Cuba, donde participó junto a Raúl Castro, el jefe provisional del Estado cubano, en la IV Cumbre de Petrocaribe, en Cienfuegos.
«A nuestra vuelta a Caracas, trataremos de establecer un plan para recibir a los rehenes», declaró el presidente venezolano desde Cuba.
En reconocimiento de los esfuerzos de mediación de Chávez, las FARC prometieron el martes liberar a tres rehenes: Clara Rojas (asistente de Ingrid Betancourt), su hijo de tres años Emmanuel (nacido en cautividad) y la ex parlamentaria Consuelo González, en manos de las FARC desde setiembre de 2001.
El viernes, una fuente cercana a los servicios de información venezolanos señaló a France Presse que «la movilización para esta operación ya había comenzado».
Según esta fuente, las autoridades venezolanas ya han montado un dispositivo de seguridad para garantizar la protección de los rehenes y sus escoltas, así como de la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba, que también ha actuado de mediadora.
Córdoba señaló a France Presse que ayer estaría en Caracas. «Volveré por la noche a Bogotá y pienso que el domingo estaré en Medellín», explicó.
«Ha habido muchas especulaciones. Sé que esta liberación se producirá, pero no sé cuándo. Las condiciones no son fáciles. Esperemos que se pueda producir lo antes posible», añadió Córdoba.
Chávez, por su parte, se mostró convencido de que desde Colombia se tratará de impedir esta liberación. «Pero lo conseguiremos», señaló el presidente venezolano, quien afirmó que tiene «algunas ideas» para superar los eventuales obstáculos a los que se pueda enfrentar este proceso.
La agencia de prensa colombiana Anncol afirmó el viernes que esta liberación se producirá «contra la voluntad del presidente colombiano, Álvaro Uribe».
«Esperamos que el Gobierno colombiano no ponga ningún obstáculo a este proceso de liberación, ante el que ha permanecido completamente ajeno y al margen», destacó Anncol.