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La familia de Lupiañez censura «una Justicia que posibilita esta salvajada»

Familiares de Gorka Lupiañez dieron ayer testimonio del lamentable estado en que le encontraron en prisión, diez días después de que fuera detenido, el 6 de diciembre, en Berriz, por la Guardia Civil. Tanto el relato de las torturas sufridas que Lupiañez detallara a su abogado el día 19 como el testimonio de su familia sustentarán la denuncia interpuesta, pero ésta se pregunta «si se puede esperar algo de una Justicia que hace posible esta salvajada».

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Kepa PETRALANDA |

«Sentimos una gran alegría en la medida que nos acercamos a la cabina en la que estaba Gorka», relató ayer su hermano Andoni Lupiañez. En ese momento habían transcurrido diez días desde su detención, el día 6 de diciembre en Berriz, a manos de la Guardia Civil; los primeros cinco estuvo incomunicado en manos de miembros del instituto armado y los cinco siguientes, en prisión, en la misma situación de incomunicación.

«Pero en cuanto nos acercamos a él -añadió el hermano del preso- esa alegría se tornó dolor; encontramos a Gorka reventado, totalmente abatido. Tenía la tez totalmente blanca, los labios ennegrecidos y con llagas, grandes ojeras y calvas en el cabello, como si se lo hubieran arrancado. Le encontramos sentado en la cabina, tiritando y totalmente cabizbajo. Tenía los ojos cubiertos de lágrimas y era notorio el cansancio y el miedo. Cuando comenzó a hablarnos nos dimos cuenta de que se encontraba sin voz, seguramente como consecuencia de los gritos y lo que padeció en comisaría. Comenzó, entonces, a relatarnos el motivo del dolor que reflejaba su rostro», añadió.

Los familiares de Gorka Lupiañez quisieron ofrecer ayer su propio testimonio, pocos días después de que se hiciera pública la descripción de las torturas hechas por el joven, una vez de que él mismo se las detallara a su abogado en la prisión de Soto del Real. Su hermano, junto a sus padres, dio cuenta ayer de lo que ellos mismos constataron en la visita que pudieron realizar el pasado día 16.

Quienes arroparon a la familia Lupiañez portaron carteles con textos de ánimo al ahora preso, junto a otros en los que se podía leer ``Torturarik ez'' o ``Errepresioaren aurrean, amnistia, askatasuna''. Uno de los presentes recordó, en nombre de Askatasuna, que «en la rueda de prensa que ofrecimos el 8 de diciembre en Durango denunciamos y avisamos del riesgo de tortura que conlleva la incomunicación. Desgraciadamente todos nuestros temores se han confirmado -añadió-; Gorka ha sido salvajemente torturado».

Askatasuna anunció su adhesión a la manifestación convocada por Torturaren Aurkako Taldea (TAT) para el próximo día 24, a las 18.30, en Durango, «en la que el pueblo tendrá la posibilidad de exigir la erradicación de la tortura».

Durante la comparecencia en Plateruena, desarrollada entre un tenso silencio y a lo largo de la cual algunos presentes no pudieron reprimir las lágrimas, Andoni Lupiañez quiso «agradecer la presencia de todos, porque en estos duros momentos se agradece mucho vuestra ayuda y solidaridad. Hace dos semanas -recordó su hermano- realizamos un llamamiento por el miedo ante la situación que padecía Gorka. Habiendo sido torturado en dos ocasiones anteriores, no queríamos que el hermano, hijo, amigo volviera a pasar por ese infierno una vez más», añadió.

«Nos han desgarrado el alma»

Andoni Lupiañez explicó, a continuación, que «nuestras sospechas, miedos y pesadillas se han hecho realidad; con la escasa fuerza que nos han dejado la impotencia y el dolor, estamos aquí para denunciar que, nuevamente, nos han pisoteado y desgarrado el alma».

Recordó que solicitaron el habeas corpus en cuanto supieron de la detención de Gorka. «Sólo pedíamos la visita de un médico y un abogado de confianza, ¿tan arriesgada era nuestra petición? Al parecer, sí -contestó él mismo-, ya que nuestra solicitud fue desestimada el pasado sábado. Aguantamos como pudimos los cinco días previstos de incomunicación, aunque en la medida que transcurrían las horas sentíamos que nos quitaban la sangre del cuerpo, gota a gota. Tan sólo nos mantuvo esperanzados la solidaridad de la gente y el amor a Gorka».

Al quinto día, cuando creían que iban a poder comunicar con el detenido, supieron que el juez había dictado su encarcelamiento y el mantenimiento de la incomunicación. «¿Para qué? -se preguntó- ¿Tanto le habían golpeado como para que no quieran que nadie le vea?». Gorka Lupiañez ha denunciado haber sido violado con un palo, así como haber sufrido la bañera, la aplicación de la bolsa, palizas, o la introducción de agua con una manguera en la boca y la nariz, estando atado de pies, brazos y cabeza, entre otros tormentos.

Su familia quiso hacer saber que Gorka Lupiañez «relató al juez de la Audiencia Nacional ante el que pasó las torturas a las que había sido sometido. Siguiendo su deseo, hemos presentado una denuncia en un juzgado de Bilbo. Sin embargo, no tenemos ninguna esperanza en eso que llaman Justicia. ¿Se puede espera algo de la Justicia que hace posible esta salvajada? ¿Y qué decir de los dirigentes políticos que nos dan la espalda ante el grito que surge de este dolor? Hace tiempo que nos defraudaron».

Su hermano citó la canción de Mikel Laboa, para señalar que «a Gorka le han cortado las alas, pero en lugar de acabar con él, Gorka sigue siendo un pájaro y para que siga siendo así, aquí nos tendrá siempre».

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