Elustondo y Díaz de Zerio marcaron los goles tras volver a acertar Coleman con unos cambios condicionados por las seis bajas
No se puede destrozar este motor
Desde la unidad y la fortaleza que trasmiten los jugadores y su entrenador, fueron capaces de remontar un mal primer tiempo y un gol en el único corner lanzado por el Tenerife. Los realistas supieron jugar con paciencia contra diez tras el descanso y ya son quintos.
REAL SOCIEDAD 2
C.D. TENERIFE 1
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La Real sigue con su remontada con una serie de nueve partidos sin perder y once puntos de los últimos quince que deja a los de Coleman en una situación que invitaría al optimismo absoluto si alguien frena la locura que puede provocar que se destroce las claves de la inercia positiva con la llegada de Badiola con cinco fichajes y nuevo técnico.
Uno acudió a Anoeta con la seguridad de que la Real iba a ganar ayer porque las sensaciones que trasmite el equipo son positivas. Hay veces que no es necesario ver un partido para saber quién va a ganarlo, porque no se ganan sólo el fin de semana, sino día a día en un vestuario que es la base del éxito en el fútbol por más que en Donostia se exagere la importancia del Consejo. Ha bastado que dejara de tomar más decisiones en verano que colocar a Coleman e Iriarte al frente del camino que debe seguir la Real y que se dé importancia a los que deben tenerla en el club para que, tras los duros inicios, todo avance bien. Desde que el Consejo dimitió y anunció que no iba a tomar ninguna decisión la Real lleva tres victorias y tres empates y ha ascendido del decimotercer puesto al quinto.
Un club funciona cuando el motor está en condiciones y ese motor es un vestuario que se ha unido y se ha hecho fuerte a base de superar un domingo sí y otro también todas las adversidades. Porque la Real ganó al Tenerife cuando todo el equipo se fue a Motril en el último minuto a buscar un gol, cuando lo celebró como una piña, cuando se fue a cenar tras el partido en Málaga, cuando celebró la comida final de año con un ambiente extraordinario que hace que este equipo suba como la espuma al unir esa unidad con la fortaleza que le permite reponerse de todos los golpes recibidos.
Porque la victoria de ayer fue el triunfo del conjunto, de una plantilla. Faltaban cinco jugadores que eran titulares cuando se lesionaron y Skoubo y los que quedaban fueron capaces de remontar un partido que se puso muy cuesta arriba de entrada con un gol en una jugada ensayada en el único corner que lanzó ayer el Tenerife. Hubo un bloqueo al defensor de Nino, que salió así sin oposición para marcar su noveno gol en la Liga.
Los canarios no vinieron a Anoeta a defender, ni tan siquiera cuando se quedaron con diez renunciaron a jugar a fútbol, y cumplieron lo anunciado por su entrenador de querer llevar la iniciativa del partido.
Superioridad inicial del Tenerife
Fueron superiores en el primer tiempo. Movieron el balón bien y en defensa apretaron mucho al inicio del juego realista. Fue un primer tiempo malo de la Real, en el que lo único positivo era que el equipo no perdía los papeles, a pesar de que un sector de la grada dedicaba pitos a sus jugadores cuando aseguraban el pase al no encontrar mejores opciones para jugar el balón. Pero lo bueno fue que la mayoría de la afición apoyó al equipo en momentos claves.
La Real demostró la irregularidad que le caracteriza. Falta continuidad en el juego, algo que se puede perdonar en un equipo tan joven como el que alinea Coleman. La juventud hace ser irregular, pero también aporta una frescura física que permite que la Real ahora supere a sus rivales en todas las segundas partes. Y lo importante es que el equipo ha alcanzado pese a esa irregularidad en el juego una regularidad de resultados que le permite situarse en la zona alta cuando ya se abren distancias.
De hecho, del primer tiempo sólo se puede rescatar la jugada del gol tinerfeño y la de la expulsión de Juan Pablo en una acción que no admitía dudas y que pudo estar acompañada de un gol de Castillo en la falta que provocó Delibasic, pero Raúl Navas sacó una mano providencial en su primera intervención.
La Real supo jugar contra diez con más tranquilidad que en otros partidos de Anoeta. Tuvo la paciencia que le faltó a un sector de la afición, supo mover el balón, buscó la bandas y, otra vez más, resultó clave el cambio que introdujo Chris Coleman, que también fue pitado al hacerlo, pero acertó de pleno.
En lugar de acumular delanteros, quitó a Delibasic, que muchas veces se molesta con Díaz de Zerio porque son dos jugadores que no se complementan bien, e introdujo un cambio de sistema que ayudó al equipo.
Dejó a Garitano como pivote único y a Xabi Prieto y Elustondo por delante. La Real empezó a combinar mejor gracias al buen momento y a la predisposición de liderar a su equipo del donostiarra y a tener más llegada. Eso permitió que Prieto y Estrada combinaran en la banda derecha y el beasaindarra llegara para marcar un empate que ya pudo celebrarse antes en un remate de Díaz de Zerio al larguero a centro de Xabi Prieto.
Ese gol dio más confianza y tranquilidad a una Real que siguió en esa línea positiva de buscar con paciencia las bandas, sobre todo la derecha con un Estrada que desbordó como no la hecho hasta ahora y que pudo marcar un gol en un centro que despejó un defensa y se fue fuera por poco y un Xabi Prieto que es el único jugador de primer nivel que debería fichar el que salga elegido el 3 de enero.
Hasta Alvaro Novo, aunque demostró que le falta ritmo, aportó un buen balón para que Iñigo Díaz de Zerio reiterara que es el mejor goleador de este equipo y Anoeta pudiera celebrar una victoria que deja al equipo en una situación que todos habrían firmado cuando la nave arrancó en setiembre por un camino lleno de obstáculos y en unas condiciones infames.
No hay que tocar el motor
Ahora que Coleman ha dado con la fórmula del motor que necesita este equipo para ser competitivo, Badiola pone en peligro la continuidad del mejor mecánico que puede encontrar y parece decidido a cambiar muchas piezas en una maquinaria que no se debería tocar sin seguir las directrices del que mejor la domina. Y es que el candidato parece peleado con los mecánicos...
Por eso uno tiene la misma seguridad que tenía ayer de ganar cuando acudió a Anoeta de que la Real va a subir este mismo año si no se cambia lo que funciona, primera premisa que debe tener cualquier persona que asume una responsabilidad. La segunda es no tomar ninguna decisión hasta que no se recoge toda la información de los que conocen mejor las interioridades del motor realista. Porque uno también está seguro de que no subirá si Badiola hace lo que dice y nadie impide que destroce el motor de la remontada.
Los jugadores realistas tienen vacaciones desde la finalización del partido de ayer hasta las diez de la mañana del día 31, cuando están convocados para retomar la actividad de cara al partido del primer fin de semana de enero en Salamanca, para el que aún no hay horario.
Chris Coleman reiteró ayer que «cuando firmé con la Real con Salva estaba clara la idea de trabajo. Es muy fácil fichar jugadores, aunque las circunstancias económicas eran las que eran y no había posibilidades. Si viene Badiola o cualquiera y me dice que ahí tienes cuatro o seis jugadores, quieras o no, para mí es muy difícil continuar. Creo en mis jugadores. Otra cosa es que me diga que tienes unos jugadores disponibles y ahora tú decides. Si entran en la plantilla independientemente de lo que opine es muy difícil que siga». Dejaba claro que quiere seguir: «¿Quién no quiere trabajar en este club o vivir en esta ciudad o ir todos los días a Zubieta? Este club es fantástico para trabajar, vive momentos complicados, pero para mí lo más importante no es lo que se diga fuera, sino lo que se vive en el vestuario y estoy encantado. El trabajo que hacemos se debe seguir, traer uno o dos jugadores en función de lo que pasa con Vaughan y Skoubo, que en enero pueden recuperarse. Pero el camino no es traer a cinco o seis».
Le preguntaron si Badiola le podría hacer cambiar de opinión y respondió que «no he cambiado nunca lo que he dicho. Siempre he creído en el equipo, en estos jugadores. La Liga es muy complicada y cualquier equipo puede batir a cualquiera, hay máxima igualdad, pero dije desde el inicio que vine con una idea clara. Creo en los jugadores que tengo y en los del Sanse, con algunos extranjeros, pero no tantos como los que ha tenido este club». Sobre la victoria de ayer dijo que «somos un equipo que juega mucho mejor cuando estamos enfadados y somos agresivos. Para nosotros jugar en Anoeta es mucho más difícil que fuera, hay mucha presión. Fuera es más fácil, pero el equipo siempre demuestra un carácter increíble para mí y todo el cuerpo técnico. Son grandísimos».
Xabi Prieto dejó claro el deseo del equipo de seguir con Coleman: «Quien venga será bien recibido y haremos lo posible para que se acople y tratarlos de maravilla. Pero nos gustaría que siga venga uno, dos, tres o cuatro porque estamos francamente a gusto con él, nos sentimos identificados y creemos que si hemos empezado con él la temporada y no hay problemas debería de seguir».
J. I.
El Easo venció al Eibar por 1-o en el partido más importante de la Liga Nacional juvenil. El cadete tuvo que esperar al segundo tiempo para derrotar 4-1 a la Cultural de Durango y seguir intratable en el liderato. El primer juvenil juega hoy a las cuatro en Berio el derbi con el Antiguoko.
El único candidato que se ha presentado por el momento a las elecciones comenzará su gira hoy por Oiartzun -a las once en el Maladensoro-, Hernani y Arrasate. Mañana visitará Tolosa, Lasarte, Urnieta, Andoain y el miércoles Irun, Hondarribia y Ordizia y anunciará sus fichajes.
Coleman se equivocó al dar entrada a Agirretxe en el minuto 90, lo que impedirá que juegue hoy en Sestao cuando el filial está con muchos problemas en la clasificación y a la hora de hacer convocatorias. Sin Agirretxe, Eizmendi sólo se llevará a quince, entre ellos el juvenil Elustondo.
