Iratxe FRESNEDA, Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual

Pocos son los elegidos que pueden disfrutar de estas celebraciones con quien les dé la gana. Son fechas para las obligaciones -obligaciones emocionales, consumistas-, pero, aún así, no lo pasamos tan mal; hay cosas muchísimo peores y se me ocurren más de dos. Pese a todo, sigo pensando que no estaría nada mal tener la valentía de escoger con quién y cómo deseamos pasar estas fechas. Cada fin de año me acuerdo de una película en la que pasan la Nochevieja entre amigos, con «Los amigos de Peter».

Fue una de las primeras películas que dirigió Kenneth Branagh. Ambientada en la última velada del año, la cinta nos acerca a un encuentro de un grupo de colegas de la universidad que tras diez años de avatares se reúnen de nuevo. El lugar para la celebración es la mansión que ha heredado el anfitrión, quien tiene una noticia que dar. Entre encuentros y desencuentros descubren que la vida les ha cambiado. Secretos, pérdidas y malas nuevas que probablemente les unan aún más son el eje temático de la historia. De la cinta destacaría por un lado, las interpretaciones y por otro, la banda sonora. El reparto, más que reseñable, incluye al entrañable Peter -el estupendo Stephen Fry, al que conocí hace ya muchos años y resultó ser tan majo en persona como en la gran pantalla-, pasando por Kenneth Brannagh, quien dirige, a su vez, a Emma Thompson. Tres de los mejores actores británicos al que se suma un desconocido Hugh Laurie, House para todos nosotros.

La película se beneficia del talento del reparto, pero, al mismo tiempo, de la evidencia de que los sentimientos y las confesiones que afloran en esa reunión en la casa de Peter tocan nuestros corazoncitos. De un modo u otro identificamos sus experiencias con las nuestras. Qué decir de la banda sonora ochentera de la cinta: los temas escogidos, además de que resultaron ser canciones de éxito en su día, encajan a la perfección en la trama de la película. Desde composiciones bailongas como «Girls just want hace fun», de Cindy Lauper, o «Don't get me wrong», de The Pretenders, hasta temas que se acercan melancólicamente al final de la película. Una banda sonora que tiene momentos para la risa y otros para encogernos un poquito. «Los amigos de Peter» es una buena opción para quien desee huir de los horribles programas de Nochevieja, de los matasuegras y de los bares impenetrables. Urte berri on!