La vergüenza turca
«El destino de Nunik»
Los Taviani reviven el genocidio turco sobre los armenios adaptando la novela «La casa de las alondras», en la que la escritora de origen armenio Antonia Arslan hace una trágica crónica familiar.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Los hermanos Taviani han sentido la necesidad de cubrir el vacío histórico existente, salvo por recordatorios puntuales como el del cineasta canadiense de origen armenio Atom Egoyan en «Ararat», sobre el genocidio que los turcos cometieron en 1915 contra los armenios. Es una cuestión que la veterana pareja de cineastas italianos cree necesaria dirimir, como paso previo a la entrada de Turquía en la Unión Europea, pues sus autoridades todavía no han reconocido oficialmente su responsabilidad en la masacre. Lejos de dar el obligado paso, el actual gobierno turco presionó al italiano para impedir el rodaje de «El destino de Nunik», tratando de acallar la difusión de esta vergonzante realidad histórica. Los Taviani en ningún momento se echaron atrás, a pesar de tener que rodar en localizaciones búlgaras y con actores de distintas procedencias europeas, lo que, según ellos, refuerza la intencionalidad actualizadora de la película con respecto a su mensaje en contra de los enfrentamientos étnicos dentro de un mismo territorio.
La novela en que se basan los Taviani es «La casa de las alondras», título que se ha conservado en la versión original en italiano, mientras que en la doblada al castellano se ha preferido resaltar el personaje de Nunik, debido a que es el que interpreta Paz Vega. Este libro es obra de la escritora de ascendencia armenia Antonia Arslan, la cual cuenta desde Italia la historia de su familia, y de cómo algunos de sus miembros, varias mujeres y un niño disfrazado de niña, lograron sobrevivir a la matanza y embarcarse rumbo a Venecia, ciudad donde les esperaban los primeros parientes en emigrar.
Los Avakian son presentados como una familia rica, que se reúne para celebrar el funeral del patriarca. En su casa reciben las visitas justo cuando la Primera Guerra Mundial amenaza con estallar, en medio de una coyuntura que despierta los viejos sueños imperialistas turcos que parecían dormidos. Es el partido de los Jóvenes Turcos el que ordena matar a los armenios, sin que la reunión de los Avakian pase desapercibida a esas ansias genocidas. A dicha organización política pertenece el joven soldado del que Nunik se ha enamorado en secreto, ajena a la tragedia que se avecina. Deberá dejar atrás todo cuanto amaba e iniciar el más doloroso de los éxodos.