Junko será recordada esta tarde en las movilizaciones contra la dispersión
La última víctima mortal ocasionada por la política penitenciaria, Natividad Junko, será recordada en las manifestaciones contra la dispersión y en defensa de los derechos de los prisioneros políticos que se sucederán en barrios y pueblos esta tarde y el fin de semana. Además de las movilizaciones de hoy y del próximo lunes, el domingo se llevarán a cabo en las capitales las marchas a las cárceles.
GARA |
El fallecimiento de la suegra del prisionero político de Gasteiz Unai González, Natividad Junko, ha incrementado y acelerado en los últimos días las muestras de denuncia de la política penitenciaria que aplican los ejecutivos de Madrid y de París. La primera gran respuesta social se espera para la tarde de hoy, sobre las 20.00, cuando arranquen las marchas contra la dispersión carcelaria que ha convocado en todos los municipios del país el movimiento pro amnistía.
Asimismo, hoy está prevista una comparecencia de varios sindicatos vascos -que ya han mostrado su adhesión a las movilizaciones de la tarde y a las del lunes que viene-, en la que harán público una reflexión compartida sobre la dispersión carcelaria, y varios agentes sociales suscribieron ayer una reivindicación conjunta en la que también manifiestan su apoyo a las anunciadas movilizaciones.
Una delegación de Lokarri, Emun, Esait, Gazte Independentistak, Sortzen Ikasbatuaz, Bai Euskal Herriari, Eguzki, Elkartzen y Euskal Herriak Bere Eskola acudió ayer por la mañana al Buen Pastor donostiarra, en respuesta a la convocatoria de los familiares de represaliados políticos que desde el pasado sábado llevan a cabo un encierro en defensa de los derechos de los presos políticos vascos.
Y como el objetivo esencial de la iniciativa es la adquisición de compromisos por parte de agentes y autoridades, los colectivos anteriormente citados hacen suyas un listado de reivindicaciones «por la libertad de los presos políticos vascos enfermos, la vuelta a casa de los presos que ya han cumplido su condena, la repatriación de los presos políticos vascos dueños de todos sus derechos, y porque no muera ningún preso más en las cárceles ni ningún familiar en las carreteras».
Declaración de varios agentes
Asimismo, llaman a la ciudadanía a secundar las manifestaciones de hoy tarde y las concentraciones que se llevarán a cabo al mediodía del próximo lunes, 31 de diciembre, en los pueblos.
Así, ambas movilizaciones cuentan, de momento, con los siguientes apoyos: LAB, ELA, EHNE, ELB, ESK y STEE-EILAS, Askatasuna, Segi, Batasuna, Lokarri, Emun, Esait, Gazte Independentistak, Sortzen Ikasbatuaz, Bai Euskal Herriari, Eguzki, Elkartzen y Euskal Herriak Bere Eskola. En la mañana de hoy se espera la comparecencia de los sindicatos, y al mediodía, el movimiento pro amnistía llevará la denuncia contra la dispersión carcelaria hasta la misma puerta del PSE en Donostia, donde se celebrará una concentración para denunciar la última muerte que se ha cobrado la política de dispersión carcelaria.
Pero éstas no serán las únicas movilizaciones o actos en los que se exigirá la derogación de la política de dispersión y el respeto de los derechos de los prisioneros políticos vascos. Y es que estas fechas tan señaladas suelen ser escenario de movilizaciones especiales cada año.
Marchas a las cárceles
De esta forma, si en la tarde del lunes decenas de pueblos recibieron a un Olentzero «encarcelado» que recorría sus calles exigiendo la repatriación de los presos políticos, durante este fin de semana y en los días posteriores también se vivirán actos en los que la reivindicación será su protagonista principal.
Los vascos encarcelados en Basauri, por ejemplo, ayunarán durante el fin de semana, además de llevar a cabo otro tipo de protestas. En Azpeitia, en cambio, serán varios ciudadanos los que realicen un ayuno de cuatro días. Así, una vez que finalice la manifestación de esta tarde y hasta la noche del próximo lunes, 31 de diciembre, un nutrido grupo de azpeitiarras ayunarán en defensa de los derechos de los presos políticos vascos.
El domingo será otra jornada reivindicativa. Como todos los años, el movimiento pro amnistía ha convocado en varias capitales, por ejemplo en Bilbo y Donostia, las marchas anuales a las cárceles para exigir la repatriación de los prisioneros políticos y la liberación de los doce vascos que pese a su grave enfermedad siguen encarcelados.
Ayer, 40 personas se concentraron en Burlata, 30 lo hicieron en Ziburu y otros 42 en Alde Zaharra de Iruñea y 150 se manifestaron en Bilbo.
Unai González había pedido poder asistir al funeral de su suegra y, en caso de que no fuera posible, tener una visita especial con sus allegados, en especial con su compañera. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria denegó ayer esta petición, según denunció Askatasuna.
Un vehículo de Telefónica fue atacado el miércoles en Gasteiz, y en Deustua, la sede del PNV fue objeto de lanzamiento de pintura roja y amarilla, en denuncia «por su responsabilidad en la dispersión».
Un comunicante anónimo también asumió haber llevado a cabo ayer «un ataque contra la sede del PSOE en respuesta a la nueva muerte ocasionada por la política de dispersión penitenciaria» que aplica Madrid.
Askatasuna entiende que, a tenor de las declaraciones realizadas el miércoles por Miren Azkarate, para el Gobierno de Lakua ni Natividad Junko ni los otros 16 ciudadanos vascos que han fallecido como consecuencia directa de la política de dispersión «no merecen el reconocimiento de víctimas de la violencia de los estados». La denuncia del organismo antirrepresivo es tajante: «Vemos que para este gobierno la muerte de un familiar de un preso político vasco vale menos que una pared ennegrecida». Algo que, acto seguido, censuró con dureza, además de ahondar, con datos en mano, sobre la «violencia política» que, a su juicio ejerce cada día el Gobierno que dirige Juan José Ibarretxe.
Para Askatasuna, en la comparecencia semana de Azkarate se confirmó «la imposibilidad del Ejecutivo de Ibarretxe para esconder una aparente posición neutral». Algo que intentaron, a su parecer, durante la rueda de prensa, en vez de «denunciar con rotundidad la muerte ocasionada por la dispersión y adoptar compromisos en contra de esta política penitenciaria».
Entiende, además, que «la mentira» sobre la «equidistancia» no reside solo en esa declaración, sino que también «en la práctica diaria del Gobierno de Ibarretxe, Balza y Azkarate», porque, a su juicio, Lakua «ejerce violencia de carácter político, al servicio de unos objetivos políticos».
Al hilo de la argumentación, Askatasuna recuerda que fue el PNV el que puso en marcha la política de dispersión junto al PSOE. Añade que en los últimos 20 años han sido 17 las personas fallecidas por este motivo, y valora que Miren Azkarate no considera esos hechos actos de violencia porque «no quiere responsabilizar a su partido por esas muertes». No obstante, recuerda a Azkarate que entre 1990 y 2006 ha habido 263 denuncias por torturas contra la Ertzaintza y que ha habido 525 detenidos incomunicados. Además, entre 1993 y 1997 hubo, según Askatasuna, 938 cargas de la Ertzaintza contra manifestaciones, de las que 3.303 personas resultaron heridas. «En cualquier lugar del mundo a esto se le llama violencia política, aunque el Gobierno de Ibarretxe pretenda ocultarlo», apostilla.