Respuesta sindical al gobierno de Lakua
Los sindicatos auguran un largo conflicto en Osakidetza tras el decreto
Los sindicatos representados en la mesa de negociación de Osakidetza, excepto el sindicato médico, auguraron ayer un largo conflicto en la sanidad tras el decreto con el que el Gobierno de Lakua zanjó la negociación de las condiciones laborales y que las centrales consideraron «una declaración de guerra». Las centrales mantendrán las protestas previstas para enero y rediseñarán las del mes de febrero.
GARA | GASTEIZ
Los sindicatos ELA, SATSE, LAB, CCOO, UGT, ESK, UTESE y SAE consideraron ayer que el Gobierno de Lakua, al aprobar el miércoles por decreto las condiciones de trabajo en Osakidetza, ha presentado «una declaración de guerra» a los trabajadores y advirtieron de que «el conflicto va a ser largo».
Según señalaron en un comunicado conjunto, el «decretazo» del Gobierno de Lakua «no va a cambiar la agenda» de las centrales sindicales, que señalaron que mantienen las movilizaciones convocadas para enero y anunciaron que rediseñarán las programadas para febrero.
En los días anteriores al decreto del Gobierno, las centrales citadas anunciaron paros de tres horas en todos los centros del servicio de salud los días 29 de enero y 4, 5, 6, 7 y 8 de febrero y convocaron también concentraciones reivindicativas para los días 10, 15, 17, 22 y 24 del próximo mes.
Los sindicatos consideraron que el Gobierno de Lakua «ha optado por la imposición en vez de la negociación, lo cual no vamos a aceptar», advirtieron.
«Los trabajadores no nos vamos a resignar y vamos a seguir luchando por una negociación real y con contenidos», señalaron. «Esto supone que el conflicto va a ser largo», advirtieron.
Los sindicatos acusaron al Gobierno autonómico de no querer negociar las condiciones de trabajo y aseguraron que el consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, y también a la portavoz del Ejecutivo, Miren Azkarate, «mienten» en relación al conflicto laboral en Osakidetza.
«Hasta ahora ha sido el señor Inclán quien ha mentido reiteradamente, siendo en el último mes la portavoz del Gobierno quien ha asumido la responsabilidad de mentir», reiteraron.
Señalaron que el tripartito en el Ejecutivo -PNV, EA y EB-, al que «se le llena la boca hablando de negociación y diálogo, trata de ningunear a los sindicatos, a los trabajadores y a la sociedad en general con una actitud dictatorial más propia de otros tiempos».
«Sólo para médicos»
Según aseguraron, «de nuevo mienten» ya que Lakua «no decretó una subida salarial como ha dicho, sino que decretó un desarrollo profesional discriminatorio tanto en cuanto a porcentajes como en cuanto a aplicación». En este sentido, explicaron que esta medida está elaborada «única y exclusivamente para personal fijo».
ELA, SATSE, LAB, CCOO, UGT, ESK, UTESE y SAE explicaron que lo decretado por el Gobierno recoge el contenido del acuerdo que alcanzaron Osakidetza y el Sindicato Médico de Euskadi (SME), que, según indicaron, «tiene mejoras económicas única y exclusivamente para algunos médicos».
Entre estas mejoras, resaltaron el plus de dedicación exclusiva a la sanidad pública, de 10.500 euros, que recibirán «aunque trabajen en la empresa privada». Añadieron que las mejoras económicas del acuerdo con el SME pueden alcanzar hasta subidas de un 51% en el caso de algunos facultativos.
Por ello, los sindicatos citados señalaron que van a seguir exigiendo en Osakidetza una negociación colectiva «real con contenidos» sobre las condiciones laborales del personal fijo y no fijo, un desarrollo profesional no discriminatorio entre categorías, una redistribución de las tablas salariales y una definición de funciones de cada puesto. Asimismo, recordaron su rechazo a la privatización de servicios y la demanda de soluciones a las cargas y ritmos de trabajo existentes. También incluyen la exigencia de medidas para rejuvenecer las plantillas y de que se habilite un presupuesto suficiente para euskaldunizar al sector. Los sindicatos criticaron la actitud del Gobierno de Lakua que «no quiere negociar las condiciones de trabajo, denuncia que venimos haciendo desde el mes de octubre y actitud que dejó muy clara ayer», en referencia al decreto aprobado el miércoles.
En su opinión, «este Gobierno ha optado por la imposición en vez de la negociación, lo cual no vamos a aceptar». El Gobierno de Lakua dio por cerradas las negociaciones al decretar de forma unilateral las condiciones laborales para el personal de Osakidetza y estimar «inasumibles» las demandas sindicales, en palabras de la portavoz de Lakua, Miren Azkarate.
Azkarate explicó que, tras la aprobación de estos dos decretos, «se ha decidido cerrar la negociación sobre las condiciones de trabajo en Osakidetza para 2007» porque, «tras ocho reuniones de la mesa sectorial, se ha comprobado que los planteamientos presentados por escrito por los sindicatos resultan absolutamente inasumibles».
Aseguró que el cierre de las negociaciones «no supone, en modo alguno que Osakidetza vaya a dejar de abordar aspectos sustanciales como, por ejemplo, la cobertura de las necesidades de plantilla, la celebración de una nueva OPE en 2008 o cualquier otra mejora que se estime necesario».
La portavoz destacó que esta medida se ha adoptado porque la aprobación de la carrera profesional «supone cristalizar el derecho de los profesionales a progresar, de forma individua- lizada, teniendo en cuenta el esfuerzo individual a lo largo de toda una vida de trabajo».
Primeras reacciones
Tras conocer el decreto y en una primera reacción, LAB ya advirtió de que «no estamos dispuestos a quedarnos con los brazos cruzados» y opinó que se ha demostrado que la dirección de Osakidetza «no quería negociar desde un principio« porque la última oferta que ha llevado a la mesa negociadora es el acuerdo alcanzado fuera de la propia mesa con el sindicato que tiene un 10%.
ELA calificó el cierre de la negociación con el decreto como «un golpe de Estado» por parte del Gobierno tripartito, y demuestra que al Ejecutivo autonómico «no le interesa ni la sanidad pública, ni llegar a un acuerdo en condiciones que asuma las reivindicaciones de la totalidad de la plantilla». Añadió que la medida del Ejecutivo sea adoptó «con una absoluta nocturnidad y alevosía vacacional, porque aprovechan un momento en el que saben que la gente está a otras cosas y lo hacen muy a escondidas» y reiteró que el conflicto sigue abierto.
CCOO aseguró que Sanidad de Lakua «no negocia», sino que «impone» y denunció que aplicar el Decreto de Carrera Profesional «significa beneficiar sólo a los médicos y menospreciar y dejar de lado a 20.000 trabajadores que han dado contundentes muestras de rechazo al acuerdo».
ESK también criticó «la discriminación absoluta» que supone el Decreto de Carrera Profesional y aseguró que los sindicatos han realizado «muchos intentos para llegar a un acuerdo», mientras UGT estimó que no se ha cerrado ninguna negociación porque ésta «no ha existido».
Los sindicatos mantienen el paro de tres horas convocado en todos los centros sanitarios para el próximo 29 de enero. También habían previsto paros entre el 4 y el 8 de febrero, que prevén rediseñar.
Acusaron de mentir tanto al consejero de Sanidad como a la portavoz del Ejecutivo de Lakua al intentar hacer pasar un «desarrollo profesional discriminatorio» por una subida salarial generalizada.
Se mantienen las demandas de desarrollo profesional generalizado, redistribución de las tablas salariales, definición de funciones, rechazo a la privatización, solución a las cargas de trabajo, rejuvenecimiento de plantillas y euskaldunización.
Los sindicatos calificaron la aprobación del decreto que regula las condiciones laborales en Osakidetza como una «declaración de guerra» y una muestra de que el Gobierno «ha optado por la imposición en lugar de la negociación».
Osakidetza alcanzó en junio un acuerdo con el Sindicato Médico de Euskadi (SME), que se firmó en octubre y ha sido la base del decreto con el que ha cerrado la negociación de forma unilateral. Contempla medidas como la reducción de los cupos de atención primaria a 1.500 pacientes por médico, el incremento de plantilla con 220 médicos, la mejora de la retribución de la hora de guardia o la constitución de un grupo de trabajo que analice la mejora de la organización de atención primaria.
El 90% de la representación sindical quedó al margen, pero el Gobierno mantuvo la posibilidad de mejorar el acuerdo con nuevas medidas que pudieran salir de la negociación. Aun así, siguió sin recoger las principales demandas sindicales y no extendió las mejoras de los facultativos al resto del personal. Las centrales llevaron a cabo paros de tres horas los días 15 y 28 de noviembre. El 23 de noviembre Osakidetza presentó la que dijo sería su última oferta y que fue rechazada por las centrales al seguir sin dar respuesta a sus demandas. Así, convocaron nuevos paros los días 11 y 13 de diciembre. La respuesta de Lakua fue el decreto del miércoles, que establece las medidas acordadas con el SME y que, según Osakidetza, supone un aumento de entre el 6% y el 13% de las retribuciones salariales.
GARA
El Gobierno de Lakua mantiene que las demandas sindicales son «inasumibles» por su cuantía económica, que cifra en cientos de millones de euros, frente a los 42 millones que, según sus cálculos, costarán las mejoras aprobadas en el decreto.