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EEUU busca recambio en Pakistán

La muerte en atentado de la ex primera ministra de Pakistán, Benazir Bhutto, además de ser anuncio de nuevas violencias en el país asiático, pone de manifiesto el fracaso absoluto de EEUU y sus aliados occidentales en la política de respaldo a la dictadura que rige en aquel país. El regreso de Benazir Bhutto ya se vio marcado por los atentados, y su muerte a dos meses de retornar de su exilio dorado en Dubai hace estallar por los aires el plan de transición ideado por Washington para Pakistán.

La primera parte de ese plan, cuyo único objetivo es el de estabilizar un régimen amigo en el único país musulmán que posee la bomba atómica, pasaba por la salida de Musharraf de la jefatura del Ejército para, previo pacto de reparto de poder con el partido de Benazir Bhutto, seguir aferrado a la presidencia. La trágica desaparición de la ex primera ministra, cuya influencia política es tan incuestionable como la caída libre de su popularidad en razón de los escándalos de corrupción que marcaron su Gobierno, echa definitivamente por tierra ese acuerdo entre bambalinas y al servicio de intereses mutuos, que no en favor de la democracia y la justicia social en un país bajo la bota militar.

Sin embargo, la apuesta de EEUU en Pakistán no se circunscribe a una baza personal. Aunque, a falta de Bhutto, la carta a jugar pase por ensayar, pese a todo, el pacto de estabilización con otros movimientos de la oposición paquistaní -emerge de nuevo la figura de otro ex exiliado de lujo, el ex jefe de Gobierno Nawaz Sharif-, la apuesta en firme de Occidente tiene un nombre que no es Musharraf, sino más bien Ejército. No cabe esperar que en el futuro inmediato el país asiático logre zafarse de esa pesada herencia en forma de golpes de estado y gobiernos civiles bajo tutela militar -y su cohorte de violencia multilateral y corrupción- que ha marcado su historia en el último medio siglo. El contexto político convulso -Afganistán, Irán, Kurdistán-Irak...- y los intereses ligados al corredor energético no juegan a favor de una apertura democrática.

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