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Trámite presupuestario en Gasteiz e Iruñea

El PSOE sirve de bastón a los gobiernos de Iruñea y Lakua

Tal como estaba previsto, los presupuestos de Lakua para el próximo ejercicio superaron ayer el último trámite y fueron aprobados con los votos del tripartito y del PSE, que se ha convertido en el sostén del Ejecutivo autonómico. No salió adelante ninguna de las enmiendas, y la vicelehendakari, Idoia Zenarrutzabeitia, expresó su satisfacción al concluir las votaciones. Ezker Abertzalea acusó al gobierno de apuntalar el actual marco y favorecer a las élites.

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Iker BIZKARGUENAGA | GASTEIZ

El tripartito ha conseguido sacar adelante sus presupuestos por tercer año consecutivo con el apoyo del PSE y, a pesar de que el portavoz parlamentario de este partido, José Antonio Pastor, trató ayer de marcar distancias con el Ejecutivo autonómico, esta formación se ha convertido en su gran sostén. Soporte y a la vez árbitro que determina qué se aprueba o se deja de aprobar en la Cámara, ante las reticencias del gabinete de Juan José Ibarretxe a buscar apoyos en otros espacios.

Y es que ninguna de las enmiendas reservadas para su votación en el pleno de ayer salió adelante. No fueron aprobadas las de Ezker Abertzalea ni las del PP, pero tampoco las que llevaban la rúbrica del tripartito o la que el PSE había mantenido en contra de las partidas destinadas a los allegados de los presos. Lo único que se aprobó ayer fue lo que concernía al pacto entre Lakua y el PSE.

Tampoco fue aprobada ninguna de las enmiendas de Aralar, que había llegado a un acuerdo con el tripartito por el cual la parlamentaria de este partido, Aintzane Ezenarro, se abstendría en la votación, aunque Ezenarro no acudió al Pleno al estar de baja por maternidad.

Los votos, en cualquier caso, tampoco daban para sacar adelante sus propuestas, y desde la formación de Patxi Zabaleta cargaron contra Ezker Abertzalea por no haber votado a favor de las mismas. El grupo parlamentario independentista se abstuvo ante las enmiendas de Aralar, mientras que el tripartito votó en contra de algunas de las propuestas de esta formación, en concreto aquellas sobre las que no habían llegado a acuerdo.

El camino había quedado trillado en el trámite presupuestario y en el Pleno sobre las enmiendas a la totalidad, y quizá porque no se esperaban sorpresas el hemiciclo aparecía a primera hora de la mañana más desangelado que nunca. Apenas un par de periodistas cubrían la sesión desde las gradas -llega- rían a ser cinco en el momento de la votación-, y la tribuna de invitados aparecía vacía.

«Los intereses de España»

No se esperaban sorpresas, y la sesión discurrió como estaba previsto. Nada que ver con lo acontecido en legislaturas pasadas. Los grupos que sostienen el Ejecutivo hicieron, con mayor o menor entusiamo, una defensa del proyecto presupuestario, que fue duramente criticado por Ezker Abertzalea y PP, mientras el PSE trataba de desmarcarse del Gobierno en un discurso dirigido especialmente al partido de María San Gil y que miraba de reojo a las elecciones del 9 de marzo. «Son los mejores presupuestos en las actuales condiciones, los más progresistas y los que más se ocupan de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y ciudadanas de Euskadi», defendió Pastor, y sostuvo que las cuentas «ya desde el inicio contenían la impronta socialista».

Replicando a lo manifestado minutos antes por el parlamentario del PP Antonio Damborenea, el portavoz del PSE puntualizó que «nuestras decisiones las acordamos desde nuestro propio análisis político, desde nuestra autonomía y desde nuestras señas de identidad y nuestra visión de la realidad vasca». «Y, por supuesto, pensando también en la realidad y los intereses del conjunto de España» agregó, para recalcar que «somos del PSE y somos del PSOE y nos enorgullecemos de ello. De la misma forma que somos vascos y españoles a tiempo completo».

Pastor también quiso insistir en que su acuerdo se limita al ámbito presupuestario, y lo vendió como un ejercicio de responsabilidad por parte de su partido. Para enfatizar su postura, no dudó en cargar contra Ibarretxe, que «nos plantea consultas fantasmagóricas sobre cuestiones que interesan a una minoría del país».

Antes de concluir, apuntó que «a los socialistas no nos van a ver en políticas partidistas del pasado, ni introduciendo crispación, ni tratando de meter en la cárcel a los adversarios». Este último apunte se supone que fue dirigido al PP, que se querelló contra Patxi López y Rodolfo Ares por reunirse con representantes de la izquierda abertzale. Sin embargo, las palabras de Pastor sonaron a sarcasmo en el hemiciclo, algunos de cuyos escaños estuvieron no hace mucho tiempo ocupados por representantes abertzales encarcela- dos con el PSOE en el gobierno.

A la detención de militantes abertzales, las ilegalizaciones, las torturas y otros elementos del paisaje represivo dibujado en los últimos meses se refirió Itziar Basterrika el contexto político en el que se debatían los presupuestos. Un contexto caracterizado, además de por el «estado de excepción» impulsado por el Ejecutivo español, por «el deseo de la sociedad vasca de alcanzar un marco democrático», al parecer de la parlamentaria independentista.

En favor de las «élites»

Basterrika recalcó que los presupuestos no sólo propician un cambio de marco, sino que «alimentan» el actual. Desde Ezker Abertzalea acusaron al tripartito de apostar por «la gestión de una región de España», y valoraron, asimismo, que «con estos presupuestos no se repartirá la riqueza de un modo justo, y los derechos sociales no serán garantizados». «Son unos presupuestos que favorecen a las élites», afirmó con tono crítico Basterrika.

También echó en cara a los partidos que sostienen el Ejecutivo que su proyecto no garantiza derechos como el de la vivienda, que pone a disposición de la sociedad «pocas herramientas» para luchar contra la pobreza y que destina menos dinero que al año pasado a cubrir la Renta Básica.

Asimismo, denunció el incremento del Cupo, de forma que cada habitante de la CAV pagará 653 euros para sostener el gasto militar español y, en referencia al Tren de Alta Velocidad, sostuvo que este proyecto «hipotecará nuestro futuro para los próximos años, incidiendo en una reducción del gasto social y en- riqueciendo a unos pocos».

No era de la misma opinión la vicelehendakari, Idoia Zenarrutzabeitia, que nada más aporbarse las cuentas compareció ante los medios para expresar su satisfacción por el resultado de las votaciones.

«Desearía que la fotografía fuese más amplia, pero no ha sido posible» aseguró, matizando sin embargo que «el día de hoy es para estar contentos».

Señaló Zenarrutzabeitia que las dos líneas estratégicas de su proyecto son «el desarrollo económico, mediante un incremento de la inversión» y «mantener el gasto social», y mani- festó que Lakua ha llegado a acuerdos «con los que estaban dispuestos a contrastar trabajos y posturas». Frente a ello, como viene siendo habitual en gabinete de Ibarretxe, opuso la actitud de Ezker Abertzalea y del PP, y afirmó que las luces rojas de sus votos eran «las luces oscuras en voluntades de los dos extremos de la Cámara».

10.000 millones

Los presupuestos de Lakua para 2008 suman más de 10.000 millones de euros, y fueron aprobados con los 50 votos del tripartito y del PSE. Ocho parlamentarios de Ezker Abertzalea y 15 del PP votaron en contra de las cuentas.

inocentada DE BILBAO

«Me comentan que hay un problema técnico y que no vamos a poder votar hasta las seis de la tarde». La presidenta de la Cámara, Izaskun Bilbao, quiso gastar una inocentada a los parlamentarios, pero la treta no coló.

EL 5%, para el tav

Con 533 millones, el TAV se lleva el 5% del presupuesto. Obtiene más dinero que departamentos como el de Cultura, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Industria, Comercio y Turismo o Vivienda y Asuntos Sociales, entre otros.

ínfima expectación

Lejos han quedado los plenos presupuestarios en los que la tribuna de invitados y periodistas se hallaban repletas. En la sesión de ayer apenas un puñado de redactores y un par de personas invitadas siguió en directo el debate.

Protesta de AHT Gelditu! Elkarlana

Mientras en el hemiciclo los grupos discutían sobre las partidas presupuestarias, en el exterior un centenar de personas se concentraba frente a la sede del Parlamento a convocatoria de AHT Gelditu! Elkarlana para expresar su rechazo al Tren de Alta Velocidad y reclamar, al mismo tiempo, unos presupuestos sociales y participativos.

«Los presupuestos del TAV». Así han sido calificadas por los detractores de este megaproyecto las cuentas públicas ayer aprobadas. No es para menos; 533 millones de euros van a ser destinados el próximo ejercicio a este fin de las partidas presupuestarias de Lakua o, lo que es lo mismo, bastante más que el total de los fondos destinados conjuntamente a los departamentos de Cultura y de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.

«Los parlamentos de Gasteiz e Iruñea han confeccionado unas cuentas públicas ultraneoliberales de espaldas a la población», censuraron Mila Elorza y Jesús Oñate, portavoces de la iniciativa, y agregaron que los presupuestos, «lejos de ser un instrumento al servicio del reparto de la riqueza generada entre todos y todas, se han convertido en un mecanismo de concentración de la riqueza al servicio de las rentas de capital».

Desde esta plataforma criticaron que «el gasto social» decrece respecto a la Unión Europea, y que la diferencia en este ámbito entre la UE y Euskal Herria alcanza los 9 puntos. Así, puntualizaron que en 1993 el gasto social respecto al PIB en este país era de un 24%, frente al 29 en el territorio europeo, mientras que hoy día el gasto social de los Parlamentos de Gasteiz y de Iruñea está por debajo del 19%. «Con esta tendencia a la baja, es normal que derechos fundamentales como la vivienda, las prestaciones, los servicios sociales... estén sin garantizar», agregaron.

Una reducción del gasto social que «contrasta con las subidas que se producen en el fraude, en los gastos fiscales, en el Cupo o en el superavit presupuestario», de forma que «mientras a la clase trabajadora se le precariza a base de un recorte en el gasto social que le despoja de los derechos sociales y laborales, las rentas de capital se frotan las manos con estos presupuestos».

Por otra parte, frente a la versión institucional, que sitúa el gasto social de los presupuestos en el 72% en la CAV y en el 53% en Nafarroa, desde AHT Gelditu! Elkarlana explican que «teniendo en cuenta el Cupo y los gastos fiscales la verdadera participación del gasto social directo realizado por las instituciones públicas vascas es del 30,19% en la CAV y el 35,52% en Nafarroa».

También censuraron que Lakua contabilice las partidas del TAV como gasto social, cuando en la UE se considera que es un gasto económico. Un «derroche de dinero público» que alcanzará un total de 9.000 millones, y que irá «en detrimento de otras prioridades urgentes e inaplazables de tipo social, económico y cultural».

A modo de ejemplo, explicaron que esa cantidad equivale a 99.530 viviendas nuevas del tipo edificado en alquiler social, o la rehabilitación de 200.000, con lo que «el sector público cubriría para siempre las necesidades de vivienda». I.B.

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