Maite SOROA
La derechona y el fútbol vasco
Están como electri- zados y cualquier cosa -que no vaya de prohibiciones, ilegalizaciones, encarcelamientos...- les pone los pelos de punta. Hasta el fútbol. Ayer Antonio Basagoiti, en «El Correo Español», advertía que «la polémica abierta estos días por el cambio de denominación del combinado vasco de fútbol de selección de Euskadi a selección de Euskal Herria ante el habitual partido navideño no es simplemente una discusión entre el nacionalismo democrático y el radical, o el interés mutuo de hacer política con el deporte. Todo esto responde en realidad a una estrategia bien trazada y ejecutada en los últimos tiempos por la llamada izquierda abertzale». Mira tú, que hábiles...
Decía Basagoiti que «ahora le ha tocado el turno de hacer patria con el deporte a lo que representa Batasuna bajo el nombre que sea. El proceso es el de siempre: el nacionalismo democrático siembra, y el radical cosecha, el PNV se excede y Batasuna desborda, los de Urkullu abren brecha y los de Otegi les acaban ganando». Y todo ello porque, entre otras cosas, Batasuna -dice Basagoiti- se cuela en todas partes. Por ejemplo, «a través de la fagotizacion de las principales peñas futbolísticas del país, y a través también de intentar colarse en el Athletic de la mano de la dirigente radical Jone Gorizelaia, actuando primero como valedora política de un candidato a la presidencia del club de Ibaigane y ahora como opositora también política al máximo mandatario rojiblanco elegido democráticamente por los socios». Es buenísimo, ¿verdad?
Para Basagoiti «está claro que Batasuna va ahora a por el fútbol para construir su Euskal Herria de la misma manera que antes fue a por el sindicalismo, a por las cuestiones de juventud o por la educación pública. Y es una pena que en su camino siempre encuentre apoyos indirectos como en esta ocasión». ¿Donde está escrito que los partidos políticos no puedan tratar de influir en todas las áreas de la sociedad? Los de la derechona han mantenido durante la dictadura la presidencia del Athletic con mano de hierro. ¿Remember, Basagoiti?