Movilizaciones por los presos
Clamor contra la dispersión en las movilizaciones por su última víctima
Las movilizaciones del último viernes del año estuvieron ayer marcadas por la muerte de Natividad Junko en accidente de coche cuando se dirigía a la cárcel de Teruel. A pesar de que a primera hora de la tarde muchos medios aseguraron que el juez Baltasar Garzón había prohibido las movilizaciones, más de 10.000 personas secundaron las protestas convocadas por Etxerat y salieron a la calle a reclamar el fin de la dispersión.
Gari MUJIKA | DONOSTIA
Miles de personas denunciaron anoche en las calles de Euskal Herria la política de dispersión penitenciaria en el último viernes del año, marcado por la muerte de Natividad Junko cuando se dirigía a la cárcel de Teruel a visitar a su yerno Unai González. Pese a la advertencia de la Audiencia Nacional española, en la que ordenaba la presencia de la Ertzaintza en las marchas, Etxerat llevó a cabo las habituales movilizaciones en las que participaron miles de ciudadanos vascos sin arredrarse ante la amenaza judicial.
La asociación que aglutina a los familiares y amigos de los represaliados políticos vascos, además, anunció un nuevo paso cualitativo con objeto de «fortalecer aún más nuestras fuerzas» en defensa de los derechos de los presos vascos: desde ahora, «el testigo de todas las iniciativas del último viernes lo trasladamos a los pueblos y a los barrios, y lo depositamos en sus manos. En adelante, será cada pueblo y cada barrio quien decida qué hacer ante la cruda realidad que padece cada cual».
En el comunicado, Etxerat incide en que Euskal Herria despedirá el año con la pérdida de «la vida de otro familiar». No obstante, deja claro que «seguimos sin perder la esperanza» y añade que «al igual que nuestros familiares, seguiremos firmes en nuestro empeño por conseguir un futuro bien diferente».
«Sólo nos queda trabajar». Ese fue el mensaje que Etxerat quiso transmitir ayer a Euskal Herria: «Para traer a nuestros familiares vivos a casa, todas y todos hemos de hacerle frente a esta violencia de los estados. Por lo tanto, no estéis a la espera de nuestra llamada. Compartamos las reflexiones y todos nuestros deberes en cada uno de los pueblos y barrios de Euskal Herria».
«Dispersión asesina»
La asociación de familiares parte de la reflexión de que la clave para el viraje de la actual situación estriba en los compromisos que cada uno adquiera. Es por lo que conmina a todo el país a que «agarremos fuerte este testigo del compromiso».
Si bien estas movilizaciones se llevaron a cabo por la tarde, las denuncias por la última víctima mortal de la dispersión, Natividad Junko, comenzaron desde la mañana. Así, el movimiento pro-amnistía llevó a cabo una concentración bajo el lema «Dispertsioa hiltzailea» ante la sede del PSOE en Donostia. En concreto fue en la plaza de enfrente, ya que la Ertzaintza vetó, con un notorio despligue, protestar ante la Casa del Pueblo.
Pese a que desde distintos medios de comunicación se aseguró a primera hora de la tarde que Garzón había prohibido las movilizaciones y que ordenaba a la Ertzaintza a acudir a todas ellas, ni tan siquiera en Getxo, la única localidad que se mencionaba expresamente en el auto, la Policía autonómica hizo acto de presencia.
Tan sólo en Andoain se vivieron momentos de tensión cuando agentes de la Ertzaintza grabaron la manifestación en la que participaban 60 personas. Vecinos denunciaron a GARA que recibieron amenazas de los agentes.
En Mutriku, cuatro personas están realizando una huelga de hambre desde el 25 de diciembre y que concluirá el 31 de diciembre a favor de los derechos de los presos y exiliados. Al mismo tiempo, ayer 17 agentes diversos de la localidad guipuzcoana realizaron turnos de una hora durante todo el día y se concentraron para reclamar el fin de la dispersión. Por la tarde 95 personas participaron en la movilización en Mutriku, mientras en Bergara fueron 250 los que acudieron a la manifestación vespertina.
También se realizaron concentraciones en Irun (200), Orereta (240), Getaria (31), Elgoibar (50), Beasain (58), Legorreta (20), Zaldibia (103), Elgeta (30), Eskoriatza (25), Amezketa (25), Pasai Antxo (100), Alegia (18), Anoeta (24), Lazkao (96) -con presencia de la Ertzaintza- y Ordizia (110). En Oiartzun (250) y Soraluze (70) realizaron también cortes de carretera.
En Hondarribia (50), Antzuola (30), Aretxabaleta (60), Arrasate (320), Astigarraga (30), Ataun (42), Azkoitia (80), Ikaztegieta (20), Villabona (52), Donostia (520), Hernani (300), Lizartza (53), Tolsa (120), Urnieta (35), Urretxu-Zumarraga (75), Zarautz (254), Zumaia (40), Deba (60) y Eibar (90) también se realizaron concentraciones.
Bilbo acogió la movilización más numerosa en Bizkaia con la asistencia de unas 1.000 personas. Asimismo, hubo concentraciones en Atxondo (22), Mallabia (29), Ermua (37), Orduña (31), Otxandio (47), Usansolo (25), Mañaria (25), Portugalete (85), Mungia (26), Zalla (40), Mundaka (24), Galdakao (200), Larrabetzu (84), Zeberio (19), Basauri (78), Erandio (40), Lekeitio (190), Bermeo (55), Sestao (60), Gernika (120), Trapagaran (47), Sondika (12), Ortuella (27), Berango (37), Ugao (48), Zornotza (125), Aulesti (127), Algorta (350), Santurtzi (250), Leioa (90), Romo (70) y Ondarroa (210). En Elorrio 60 personas participaron en la manifestación y en el corte de carretera.
Asimismo, reclamaron el fin de la dispersión en Lizarra (54), Tafalla (60), Lesaka (25), Berriozar (80) -con presencia de cinco furgonas de la Guardia Civil-, Bera (20), Altsasu (70), Iturmendi (24), Arbizu (50), Iruñea (430), Goizueta (30) Etxarri-Aranatz (100) e Irunberri (30). En Araba, Aramaio (22), Oion (25), Biasteri (25), Gasteiz (1.500), Laudio (310), Araia (27), Agurain (50) y Asparrena (40) secundaron la llamada de Etxerat. Al norte del Bidasoa hubo movilizaciones en Ziburu (100), Baiona (80), Biarritz (21), Hendaia (35), Donibane Garazi (80), Ustaritze (34), Senpere (20) o Sara (20).
Pese a que desde varios medios se aseguró que Garzón había prohibido las movilizaciones ayer, en concreto se hacía referencia a la de Getxo, la Ertzaintza apenas hizo acto de presencia en un par de concentraciones.
Este lunes distintos organismos de la localidad alavesa participarán en una iniciativa de ocho horas a favor de los derechos de los presos políticos. El acto concluirá con una kalejira.
Varios sabotajes paralizaron ayer la circulación de la línea de Renfe que une Iruñea con Gasteiz durante varias horas. Además, comunicantes anónimos asumieron haber realizado dos ataques en Gasteiz, los días 26 y 27 , contra la dispersión y en recuerdo de Nati Junko.
Según informó la Delegación del Gobierno español en Nafarroa, el primer sabotaje férreo tuvo lugar sobre las 2.00, cuando desconocidos cortaron las contrapesas de la catenaria de la línea entre Iruñea y Gasteiz, a un kilómetro de Altsasu. El ataque afectó a varios trenes en marcha y que obligó a retrasar otros servicios. Además, a dos kilómetros de Bakaiku también fueron cortadas las contrapesas de la catenaria.
Por su parte, un comunicante anónimo dio cuenta de la colocación de un artefacto casero que provocó el incendio de un vehículo de Telefónica el miércoles en Gasteiz, se reivindicó el ataque a un autobús del Ayuntamiento el jueves 26. «PSOE y PNV tienen las manos manchadas de sangre», afirmaron tras la muerte de Junko. Otro sabotaje, el día 15 en el barrio bilbaino de San Ignacio, ha sido reivindicado contra las «agresiones contra Euskal Herria».
Otro comunicante anónimo matizó que, en contra de la versión de la Ertzaintza, el sábado 22 se lanzaron 17 cócteles molotov contra el batzoki de Oiartzun.