Las bolsas salvan el año pese a la crisis financiera y el miedo a la recesión
Los índices terminan 2007 con ganancias tras salvar un año complicado, con serios problemas por las turbulencias financieras y la crisis en las hipotecas de alto riesgo. Además, el fantasma del comienzo de un periodo de crecimiento débil junto a un aumento de la inflación cobra mayor vigor. El Ibex se apunta una subida del 7,32%, mientras que el CAC 40, a falta de la sesión del próximo lunes, se revaloriza un 1,54%.
Alberto CASTRO |
Las bolsas despiden el año bajo una fuerte amenaza de la inflación y unos datos de crecimiento cada vez más débiles. Pero éstos no han sido los únicos problemas del ejercicio, ya que las turbulencias financieras y la crisis de las hipotecas de alto riesgo han intimidado a los inversores desde el verano.
El crecimiento de la inflación, que llegó en noviembre al 3,1% en la eurozona y al 4,3% en Estados Unidos, se está produciendo en un marco de extrema peligrosidad, puesto que los datos del PIB no muestran síntomas de poder aguantar en el tiempo debido a las señales de descenso en el consumo, el fin del ciclo expansivo del sector inmobiliario y el elevado precio de los productos energéticos, con el crudo cerca de los 100 dólares. Por tanto, parece difícil que vuelvan a repetirse los datos de crecimiento del tercer trimestre. En ese periodo, el PIB de la eurozona subió, en tasa interanual, hasta el 2,7%, mientras que en EEUU alcanzó el 4,9%. Por el contrario, las perspectivas para el último trimestre son muy pesimistas: en EEUU el ritmo no llegará al 2% y en la eurozona lo superará en algunas décimas. Los pronósticos se han ido perfilando también a la baja para el próximo año y todos los organismos sitúan el crecimiento en Europa más pegado al 2%, mientras que para EEUU los augurios son ligeramente mejores.
En este contexto, se hace difícil buscar una salida eficiente con las políticas monetarias. Aún con todo, la Reserva Federal rebajó el 11 de diciembre los tipos en un 0,25%, hasta el 4,25%, mientras que el Banco Central Europeo evitó moverlos en su última reunión (4%).
No se puede negar, por otra parte, que muchos de los males que se sufren en la actualidad tienen su origen en las hipotecas de alto riesgo en EEUU. Si bien en un principio se habló de problema local y unido a un producto concreto: las llamadas hipotecas subprime. Posteriormente han ido apareciendo datos que corroboran un mal mucho más extendido y que incluso se ha traspasado a otros continentes. A día de hoy todavía se ignora el montante de las pérdidas originadas en cadena por este fenómeno que explotó en agosto, pero según la opinión de Standard and Poors sólo ha aflorado todavía el 25% del total. Por el momento, los bancos, a uno y otro lado del Atlántico, siguen corrigiendo al alza sus provisiones por esas pérdidas y en algunos casos anuncian balances negativos trimestrales.
Junto a este miedo a las hipotecas nació otro, todavía más peligroso, la desconfianza dentro del sistema financiero y el endurecimiento de las condiciones de crédito, no sólo en EEUU sino también en Europa. Esta situación ha provocado una falta de liquidez asfixiante. Para resolverlo, los bancos centrales han ido inyectando dinero en el sistema a fin de engrasar los mercados de crédito interbancarios y proveer de instrumentos para la financiación de las propias entidades bancarias.
Desplome inmobiliario
Otro factor de inestabilidad económica ha venido de la mano del desplome inmobiliario, ya muy patente en EEUU, y agrandándose cada vez más en Europa. Los datos de construcción de viviendas y de la evolución del precio están dejando bien a las claras que se acabó el ciclo expansivo, por lo que todos los sectores relacionados con esta actividad están sufriendo sus consecuencias. Desde el punto de vista del consumo, su efecto es más pernicioso, ya que representa las dos terceras partes del PIB estadounidense, y la abrupta caída de la demanda de viviendas es una rémora de entidad. Basta decir que en EEUU se ha pasado de construir 2,5 millones de viviendas a menos de un millón para entender el frenazo. Hace falta, por tanto, que se sostenga la confianza de los consumidores bajo estas nuevas condiciones menos halagüeñas. Por el momento, no se ha producido ningún descalabro y el último dato publicado por el Conference Board hace que los analistas mantengan un razonable optimismo. En diciembre alcanzó los 88,6 puntos, ante a los 87,8 puntos de noviembre.
En Europa, y si tomamos al Estado español como ejemplo, es también una realidad evidente, aunque existen discrepancias sobre si el aterrizaje será brusco o suave. El precio de la vivienda, según Deustche Bank, ha subido en 7 años un 140%. Por tanto, cualquier vuelta a la normalidad implicaría una adecuación del precio a la nueva situación del mercado y una caída del fuerte ritmo de construcción anterior.
Bolsas, bien pero menos
En este ambiente, las bolsas han podido despedir el año con subidas, aunque en algunos casos sólo sean testimoniales y en otros con más valores a la baja que al alza. El Dax Xetra y el Ibex, por este orden, han marcado el paso al resto de los índices europeos. El Ibex suma un 7,32%, y el Dax Xetra, el mejor, un 22,29%.
Por el contrario, el CAC 40 y el Footsie 100, que tendrán su última sesión el lunes, han sufrido mucho para salvar las ganancias anuales. El CAC 40 sube un 1,54%, y el Footsie 100, un 4,12%. Habría que destacar que con estos cierres positivos se alargan a cinco años la racha de subidas en el CAC 40 y el Ibex.
En EEUU también se decantan por los avances en los tres índices principales, y el Nikkei (-11,14%) cierra con pérdidas.
Muchos de los males que se sufren en la actualidad tienen su origen en las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos. Standard & Poors cree que hasta el momento sólo ha aflorado el 25% del total de las pérdidas.
En este ambiente de clara incertidumbre vivida a lo largo del año, las bolsas han podido despedir 2007 con subidas, aunque en algunos casos sólo sean testimoniales y en otros con más valores a la baja que al alza.