La dirección del DV hizo público un comunicado ayer en el que negaba con rotundidad que su director o su director general ofrecieran a Badiola ser vicepresidente de una candidatura que uno de ellos encabezaría, tal como aseguró el candidato en una charla en Hondarribia. También negaban que en esa reunión del viernes 21 entre los tres se le ofreciera apoyo a cambio de una exclusividad informativa que reconoce el DV que les dio Badiola en dos ocasiones para publicarlas los domingos 4 y 11 de noviembre «sin que por ello el periódico comprometiera apoyo alguno a cambio».

Si la Real está en la situación actual es, en buena medida, porque el DV apoyó claramente a Badiola con la exagerada difusión que le dio en días de máxima audiencia abriendo el debate sobre el modelo social de la SAD de cara a la Junta del día 30. Ése ha sido el mayor apoyo recibido por Badiola y fue clave en que ese segundo domingo el Consejo de María de la Peña viviera en Anoeta el ambiente más hostil de la temporada y se viera obligada a dimitir y convocar elecciones para el 3 de enero. Si en lugar de dar esa difusión a cambio de exclusivas, el DV hubiera recabado la información que ha tenido después, da el planteamiento de Badiola de forma breve y es firme en la apuesta que hizo en junio de pedir al Consejo que se sometiera a una moción de confianza y de apoyar a Coleman, que llegaba a Zarautz de la mano de un Toshack que se encargó de avisar de su llegada para sacar la fotografía de portada, la Real probablemente no estaría en la encrucijada institucional en la que se encuentra, en la que cualquier camino que se tome es horroroso.

Eso les suele pasar a los que construyen un monstruo que luego no controlan y al final se vuelve contra ellos. Uno no se cree que la dirección del DV le haya ofrecido ser vicepresidente de uno de sus dos hombres fuertes, porque prefieren dirigir desde la sombra, pero este fango en el que les han metido es consecuencia del protagonismo que adquieren. Lo mismo les pasa con su foro, que tampoco lo pueden controlar y ahora son los destinatarios de toda la ira que antes se dirigía contra otros que recibíamos insultos de todo tipo sin que el censor hiciera trabajar la tijera como ahora. Y cuando antes apenas se informaba de la importancia de esa empresa en todo lo que ha pasado en los últimos años, ahora se aprovecha para atacarle en una guerra de medios. Y Badiola empieza a culpar al DV de que si no viene Zigic será por sus presiones... ¡Qué listo es, pero que poca credibilidad tendrá si no viene! Badiola vino bien para forzar la salida de un Consejo en el que no creían cuando más necesario era que siguiera para evitar esto, y ahora sufren el castigo por no tener más responsabilidad y menos deseo de dirigir e influir. Cría cuervos y te sacarán los ojos.