Hay quien tiene estrella y quien se estrella. Desde luego, Bilbao Basket no se estrella con nada. Ni con un comienzo horrible, ni con desventaja en el rebote, los de Txus Vidorreta lograron la victoria en el Nou Congost de Manresa y certificaron matemáticamente su clasificación copera y ascendieron al liderato compartido.

El lastre del primer cuarto, que culminó con un sonrojante 24-5, fue una losa muy grande para los bilbainos, ya que se presentaron en el partido muy fríos, sin tensión en defensa y con el punto de mira muy torcido en ataque. Sólo Rancik logró anotar en diez minutos. Mientras, los de Ponsarnau se escaparon con su juego colectivo.

Afortunadamente, el segundo cuarto de claro movimiento pendular. El cuadro manresano se olvidó de anotar y de jugar -las rotaciones no le funcionaron a Ponsarnau, con Asselin y Walsh recién salidos de lesiones- y Bilbao Basket que, de la mano de Banic, Recker y Huertas, lograron obrar un pequeño milagro en los segundos diez minutos y arrimaron el marcador a su máxima expresión para caer por la mínima al descanso: 32-31.

Sangría reboteadora

Después de remontar 19 puntos de desventaja, se las prometían muy felices los «hombres de negro» -de blanco en la jornada de ayer- al regreso de los vestuarios. No obstante, y pese a que Lewis empatara el encuentro a 34 tras anotar un triple, la iniciativa siempre fue local.

La razón de tal iniciativa era la sangría reboteadora manresana. Con el base Javi Rodríguez y el alero Sánchez de principales baluartes en el rebote, los catalanes obtenían segundas y terceras opciones, lo cual hacía que llegaran las canastas.

Pero en el bando bilbaino había despertado Recker. El de Ohio acribilló a triples a los locales y mantuvo a los suyos en el marcador. El último cuarto empezaba con 58-57.

Y el remate llegó. Entre Rancik y Recker Bilbao Basket pudo, al fin, tomar ventaja. Sin embargo, entre la resistencia local y varias decisiones arbitrales, los de Vidorreta no lograban romper el encuentro.

El toma y daca era perpetuo y en un emocionante final la fortuna sonrió a los de Vidorreta, al adelantarse 73-77 tras cinco puntos seguidos de Huertas. Pasalic y unos varios tiros libres hicieron el resto.