himalayismo Expediciones
Invernales a ochomiles con color italiano
Simone Moro vuelve de nuevo al Broad Peak. Simone La Terra apuesta por el Nanga Parbat. Y el grupo de Nives Meroi, junto a kazajos, se decanta por el Makalu.
Andoni ARABAOLAZA | DONOSTIA
Aunque sea a cuenta gotas, las invernales a ochomiles del Himalaya y Karakorum ya no son la finca particular de los rusos y los polacos. Esta temporada, por ejemplo, son los italianos quienes han cogido el testigo para luchar contra las excepcionales condiciones de esas montañas superiores a los 8.000 metros, donde las violentas rachas de viento y las bajísimas temperaturas son las que marcan el devenir de las expediciones.
Es un caso atípico, pero así ha ocurrido. Y, de nuevo, sólo un reducido grupo ha decidido intentar aportar en esta disciplina del ochomilismo. Muy pocos y, además, casi todos italianos. Y empezamos la crónica, cómo no, con el principal protagonista actual de las invernales a estos colosos. Nos referimos a Simone Moro. El alpinista italiano vuelve de nuevo al Broad Peak (8.047 m.) junto al local paquistaní Shaheen Baig. Durante el invierno pasado, ambos alpinistas intentaron llevarse la primera a este ochomil; es decir, a uno de los cinco ochomiles de Pakistán que no cuentan con cima invernal. Sí, los otros cuatro, K2, GI, GII y Nanga Parbat, a pesar de contar con varios intentos, todavía siguen vírgenes en dichas condiciones. La de Moro y Shaheen fue una expedición que duró dos meses, pero, por culpa de un cambio repentino de tiempo, en el ataque definitivo no pudieron pasar de los 7.000 metros. Como en la anterior experiencia, será por la normal y, si es posible, en estilo alpino. Un dato más a tomar en cuenta. Moro, al igual que lo hizo en el Shisha Pangma (su primer ochomil invernal) se ha decantado por escalar en el invierno oficial (el que empezó el pasado día 21) y no por el nepalí (el de principios de diciembre). Para dejar las cosas claras, el italiano partió el pasado 30 de diciembre. Ambos himalayistas tienen por delante cincuenta días de permiso para poder llevarse el preciado trofeo.
Según ha adelantado Moro, no dudó en presentarle de nuevo el proyecto a su compañero Shaheen: «Es un alpinista muy duro y una persona entrañable. Además, técnicamente se maneja muy bien y habla inglés. Y si fuera poco, no hace ascos a las invernales de los ochomiles. ¿Qué más puedo pedir? Realmente estoy satisfecho de que comparta mi misma ilusión y motivación. A diferencia del año pasado, sólo espero que se den las suficientes condiciones y un poco de suerte para lograr nuestro objetivo».
Makalu y Nanga Parbat
El segundo grupo en discordia en este invierno del Himalaya lo forman los italianos Nives Meroi, Romano Benet y Luca Vuerich. El objetivo: Makalu. Sí, el único ochomil del Himalaya que todavía no cuenta con una ascensión en invierno. El trío, como Moro y Shaheen, también ha apostado por el invierno oficial y, de este modo, el pasado 24 de diciembre partieron hacia Katmandú.
Tanto Meroi como Benet todavía tienen en la memoria la expedición que hace unos meses realizaron al ochomil. Esta vez fue en el post-monzón, y no pudieron hacer cima por la gran cantidad de nieve acumulada en el ochomil; llegaron hasta los 7.500 metros de altura. Al parecer, la experiencia en el Makalu marcó a esta pareja: «Es una cumbre imprescindible en nuestra trayectoria, ya que la consideramos como la más elegante de todos los ochomiles». Recordemos que Meroi es, junto a Gerlinde Kaltenbrunner, la mujer que más ochomiles tiene en su haber; diez concretamente. El último intento invernal que conoció el Makalu fue hace dos temporadas y corrió a cargo del desaparecido alpinista francés Jean Christophe Lafaille. Según diversas informaciones, en la montaña también trabajará una expedición kazaja, pero hasta el momento desconocemos quiénes la componen.
El tercer reto es el Nanga Parbat. Y sus protagonistas: el italiano Simone La Terra y el paquistaní Theraban Karim. Estos alpinistas, a diferencia de las dos expediciones anteriores, ya están en marcha. La Terra y Karim no han apostado por el invierno oficial y algunas noticias apuntan que andan ya a alturas considerables. Lo que no tenemos confirmación es de si están intentando abrir vía en estilo alpino por el espolón Mummery o llevarán a cabo una ascensión rápida por la vía Kinshofer. Un dato más: es la primera expedición no rusa o polaca en intentar el ochomil en invierno.