El incendio de mayor importancia tuvo lugar sobre las 4.00, en el tercer piso del número 16 del Paseo Urkizu de Eibar, donde se declaró un fuego que se extendió al segundo y al cuarto piso y que obligó a desalojar a los vecinos de este inmueble de cuatro alturas y estructura de madera.

A consecuencia de las llamas, los servicios de emergencia pidieron a los vecinos de otros cuatro edificios próximos que salieran de sus viviendas, aunque poco después todos pudieron regresar a ellas, salvo los residentes en el bloque directamente afectado por el fuego.

El otro siniestro se declaró sobre las 00.20 en un balcón de un segundo piso de un inmueble del barrio donostiarra de Amara Berri y las llamas afectaron asimismo a otros tres balcones de los pisos tercero y cuarto.

Los vecinos del bloque afectado, sito en la calle Alza, un inmueble de cinco alturas, también fueron desalojados hasta que las llamas fueron sofocadas, sin que se produjeran heridos, según la Policía autonómica.

Además de estas intervenciones los bomberos de Donostia tuvieron la primera madrugada del año otras once actuaciones, mientras que los de la Diputación de Gipuzkoa intervinieron en otras nueve, la mayor parte de ellas debidas a la explosión de cohetes pirotécnicos.

La víspera, en Otsagabia, dos casas se vieron afectadas por un incendio que se declaró también de madrugada. El fuego afectó a la primera planta y a parte de la cubierta de la casa Blanco, así como a parte del tejado de una segunda casa, denominada Ilintxeta, informaron desde el Gobierno de Iruñea.

Desde el Ayuntamiento se indicó que en el momento del suceso en la casa Blanco se encontraba su propietaria, quien no resultó herida, pero se encuentra todavía «muy afectada».