La leche, el pollo y la harina de trigo lideraron el ranking de los alimentos más caros
El «tradicional» aumento de precios con el que se estrena el año continúa la senda alcista iniciada ya en 2007. La leche, la harina de trigo y el pollo están entre los alimentos que más se encarecieron el pasado año.
GARA |
Los datos divulgados ayer por el Ministerio español de Industria, Turismo y Comercio constatan que la leche, la harina de trigo y el pollo fueron los alimentos que más se encarecieron a lo largo del pasado año y en diciembre, tradicionalmente alcista, los alimentos que más han visto crecer sus precios fueron las gambas congeladas, con un aumento del 10,91%, el gallo (7,34%), la lechuga (6,30%) y la merluza (6,04%). En el otro extremo se sitúa la naranja, el alimento que experimentó una bajada más acusada, 9,04%, seguida de las patatas (0,94%) y el aceite del oliva (0,80%).
Entre diciembre de 2006 y diciembre de 2007, el precio de la leche esterilizada experimentó un incremento del 25,85%, mientras que el kilo de harina de trigo aumentó el 19,08%. El alimento envasado que más se encareció en este periodo fue el aceite de girasol refinado, con un alza anual del 33,74%.
Entre los alimentos frescos, las cebollas registraron la mayor escalada en sus precios, con un alza anual del 20,20%, seguidas de cerca por la carne fresca de pollo, cuyo precio aumentó el 16,30%.
Los limones (14,35%), los pimientos verdes (13,09%) y la anchoa (11,83%) fueron otros alimentos frescos que experimen- taron mayores aumentos en sus precios en los últimos doce meses.
Cara cesta de la compra
Las asociaciones de consumidores criticaron la subida de tarifas de 2008, que se suman a los aumentos de precios de los últimos meses de 2007, y auguraron una subida aún mayor de las tarifas de la electricidad.
Tras subrayar «las enormes subidas» registradas en la cesta de la compra en el último trimestre de 2007, manifestaron que «enero comienza con una cuesta que durará doce meses y que será de las más empinadas de los últimos años».
Grupos ecologistas, por su parte, destacaron que los incrementos de precios decretados por el Ministerio de Industria no reflejan los costes medioambientales de la energía y premian a quienes más contaminan, en perjuicio de la lucha contra el cambio climático.
Según el portavoz de Greenpeace, Carlos Bravo, la subida del gas natural, mayor para quienes menos consumen, beneficia a quienes «más contaminan» y consideró que «es absurdo que los consumidores que derrochan paguen menos por la energía que los que más ahorran».
Ladislao Martínez, de Ecologistas en Acción, lamentó que la subida penalice más al usuario doméstico que a la industria, porque se premia a los consumidores «más intensivos» y porque no se reduce la demanda de energía, ya que «un usuario doméstico no suele disminuir su consumo cuando varía el precio del gas, mientras que el sector industrial sí lo hace».
La tarifa del gas natural ha subido este año un 4,93% para los usuarios con un consumo inferior a 5.000 KWh al año y el 4,84% para los que consumen entre 5.000 y 50.000 KWh; los aumentos disminuyen para los grandes consumidores (empresas e industrias).
Bravo recordó a Industria que «tampoco este año» ha aplicado su compromiso de «tramificar la tarifa eléctrica por sectores para que paguen menos quienes menos consumen».
Asociaciones de consumidores han denunciado la escalada de precios y subrayan que enero «comienza con una cuesta que durará doce meses y que será de las más empinadas de los últimos años»
Greenpeace considera que los incrementos decretados por el Ministerio español de Industria premian a quienes más consumen. «Es absurdo que los consumidores que derrochan paguen menos por la energía»