Bastó una deblace de media hora
Ni ofensivos, ni defensivos. Osasuna no jugó ayer a nada y permitió que el Mallorca le diera la vuelta al marcador, encajando nada menos que cuatro goles en apenas treinta minutos. No hay explicación al cambio de actitud de algunos jugadores respecto a la ida.
MALLORCA 4
OSASUNA 0
Natxo MATXIN | IRUÑEA
El Mallorca se resarció de las dos derrotas anteriores y le dio una sonora y tremenda bofetada a Osasuna eliminándolo con claridad en los dieciseisavos coperos. En apenas media hora, los bermellones le endosaron una increíble carretada de goles ante prácticamente el mismo equipo que la ida, al que en esta ocasión le faltó actitud y poso.
Como un castillo de arena, los rojillos se fueron desmoronando a medida que sacaban balones de sus redes. Nada hubo de ese planteamiento ofensivo originario por el que había apostado Ziganda, quien deberá ponerle las pilas a más de uno que desaprovechó la oportunidad que ayer se le ofreció.
Así, de un comienzo esperanzador con un Osasuna que saltó mandón al césped de Son Moix -la hierba aguantó formidablemente el copioso chaparrón-, se pasó a medida que avanzaron los minutos a un conjunto rojillo más encerrado atrás, con el pensamiento puesto en mantener la que parecía importante renta cosechada en la ida, lo que no presagiaba nada bueno, como así ocurrió al final.
Sólo la inoperancia del rival les libró a los navarros de encajar algún gol en el primer periodo, ya que parecían encontrarse muy cómodos en esa posición replegada, pero siempre peligrosa ante posibles despistes.
El encuentro discurrió por los derroteros de un apabullante centrocampismo, si bien el Mallorca se fue echando hacia adelante, en el papel del que no le queda otro remedio que arriesgar al no haber hecho los deberes en el primer round de la eliminatoria.
El dominio bermellón, sin embargo, no trajo consigo excesivo peligro en la primera mitad. Fue Trejo quien estuvo más cerca de perforar la portería rojilla. El delantero argentino formado en los equipos inferiores de Boca dispuso de hasta tres ocasiones en los minutos 12 -se fue por velocidad de Javi García-, 28 -disparó elevado- y 42 -empalmó fuera-, siendo un auténtico quebradero de cabeza para la defensa osasunista.
Aunque desacertados, los de Manzano al menos generaban ocasiones, apartado en el que los rojillos estuvieron francamente inoperantes. La mejor oportunidad de que disfrutaron fue en el minuto 21 con un remate muy forzado de Juanfran, que pidió penalti ante la oposición que sufrió por parte de un defensor a la hora de encarar la meta bermellona.
Castigo al conservadurismo
Y el conservadurismo de Osasuna tuvo su castigo en la reanudación en forma de debacle total. Los isleños apretaron las clavijas, mientras los rojillos sólo se empleaban en achicar balones, el esférico apenas le duraba segundos en su poder y las ocasiones se fueron acumulando hasta que llegaron los goles de Arango -gracias a una falta innecesaria que cometió Hugo Viana- y Güiza.
Lo peor no era que los de Ziganda habían tirado por la borda su jugosa ventaja precisamente por no ser coherentes con la filosofía con la que en teoría partían de salida, sino que, muy tocados, encajaron el tercero que les dejaba fuera de la competición del KO.
De un corner llegó la diana que eliminaba a Osasuna. Una pugna entre Sola y David Navarro acabó con el balón dentro de la portería osasunista, introducido por el de Cascante. Era el colofón para un desastre que los rojillos se estaban mereciendo por la racanería y la apatía de la que hicieron gala, especialmente durante la segunda mitad.
Lo curioso de esto del fútbol es que incluso sin saber manejar la sustanciosa ventaja, Osasuna pudo volver a ponerse por delante en la eliminatoria con un lance de Javi García en el minuto 90, pero el murciano se precipitó y no consiguió empalar correctamente.
El penalti que cometió Portillo sobre Jonás en el descuento se convirtió en la puntilla de un marcador sonrojante, ya que no es muy normal que un conjunto de la Primera División encaje cuatro goles en apenas media hora. No ha podido empezar peor el 2008, pero habrá que olvidar cuanto antes este mal trago.
La Copa volvió a demostrar que no hay rival pequeño y que, una edición más, los grandes sufrieron -algunos mucho- para conseguir el pase. La mayor sorpresa la protagonizó el Alcoyano quien, pese a tener perdida la eliminatoria de antemano, consiguió empatar en el Camp Nou en el último minuto (2-2).
No lo pasó mejor el Real Madrid. Un disparo en el descuento de Guti evitó que los merengues tuvieran que recurrir a la prórroga para eliminar a un rival de Segunda B, el Alicante, que le echó mucha casta y no se dejó amedrentar por el Bernabeu. También tuvo ciertos problemas el Villarreal para doblegar a Las Palmas, que se adelantó en el marcador, pero acabó cediendo por 2-1.
Al Espanyol también le tocó sufrir de lo lindo para llegar a octavos, pues necesitó de un gol de Tamudo en la prórroga para materializar un 1-2 ante el Deportivo.
Otro que pudo dar la sorpresa de la jornada ante el Sevilla fue el Denia, que marchaba 2-3 a falta de nueve minutos para el final, pero no supo aguantar la renta y en la prolongación Kanouté transformó un penalti que supuso el 4-3 definitivo.
El Atlético de Madrid tampoco pasó del empate ante el Granada 74 (1-1). El otro conjunto de la capital madrileña, el Getafe, goleó sin contemplaciones (4-1) al Burgos.
Otros que pasaron fueron el Betis, que ganó 3-0 al Elche; Valladolid, que superó al Murcia (2-3); Recreativo, que empató ante el Xerez (1-1); y Racing, que se impuso al Málaga (2-0).
N.M.
Ziganda: «Nos han pasado por encima y eliminado justamente»
Muy decepcionado por el rendimiento de los suyos, José Angel Ziganda no pudo sino reconocer que el Mallorca «nos ha pasado por encima en el segundo tiempo, se han crecido cuando han anotado el primer gol y nos han eliminado justamente».
«Teníamos dos opciones: o ser muy fuertes atrás o hacer un gol, y no hemos hecho ninguna de las dos cosas. Nos han metido tres goles de estrategia y hemos dado demasiadas facilidades», amplió el de Larraintzar.
Interpelado sobre si la causa de la deblace copera había estado en el dibujo táctico que desplegó sobre el césped de Son Moix, el técnico rojillo negó tal extremo y adjudicó el desastre a «una cuestión de cabeza, de creérnoslo, de aguantar el resultado. El segundo tiempo se nos ha ido de las manos y hemos caído con el primer gol».
Al preparador osasunista también se le preguntó respecto a la actitud de sus hombres y la posibilidad de un exceso de confianza. «No creo que pensáramos que estaba todo hecho, lo que sí es cierto es que hemos estado muy desacertados en algunos apartados, como el de realizar faltas tontas o dejarnos comer en las jugadas de estrategia», indicó.
«Es una decepción muy grande porque veníamos con mucho optimismo tras el 2-0 de la ida, pero también hay que respetar al contrario, que juega muy bien. No hemos sido capaces de meternos en el encuentro y nos han hecho goles muy fácil», dijo.
Ziganda no escondió que quedar eliminados de la Copa supondrá que algunos jugadores dispongan de menos minutos, «pero ellos también están fastidiados, entre otras cosas, por eso». «Tenemos que espabilar porque un club como Osasuna debe ser más fuerte para sacar adelante los partidos o no tenemos nada que hacer», concluyó.
GARA