Las cadenas de televisión generalistas emplean términos guerreros para analizar los resultados de audiencia. Sus periódicos troncales aumentan esa difusión de términos belicistas con el objetivo de crear sensaciones finalistas. No se obtienen mejores resultados en la noche de los martes sino que se ganan batallas, y casi siempre polarizando la contienda entre dos grandes series o programas, con lo que se crea una sensación de exclusividad, lo que es solamente una manera muy poco eficaz de camuflar la realidad, que no es otra que el cansancio de las audiencias, en general, de los programas de las generalistas, en particular. El agotamiento de algunas series, por asuntos comprensibles, los aciertos en otras, y las coyunturas y circunstancias de cada uno de los que decide ponerse delante de su televisor para entretenerse, dormirse o mortificarse.

Se acabó el año con la cadena que lideraba la competición sin llegar al veinte por ciento, y arranca el año con esas mismas premisas. Pero si se suman, hay bastantes más telespectadores que en otras temporadas, pero bastante más diseminados por sus docenas o cientos de posibilidades a su alcance. Así que ahora mismo sabemos que en su primer encontronazo en la parrilla «Los hombres de Paco» han superado a «Los Serrano». Yo diría que ambas series están buscando el mismo prototipo de televidente, sus intenciones estéticas son muy similares, pero no cabe duda que en estos momentos los policías trastocados tienen más enjundia en sus guiones, en su reparto y en sus propuestas completas. Antonio Resines y su entorno suenan a pasado, a ya visto, necesitan una renovación que no parece sencilla y que les puede llevar a un colapso, o sea, a un aparcamiento temporal.

En estos casos nos encontramos ante dos productos competitivos, emblemáticos incluso, y el programador solamente puede cruzar los dedos o cambiar su ubicación en la semana. Lo incomprensible es que Tele 5 haya sacado nuevos capítulos de «M.I.R.», una serie sin ningún interés, que acabó la temporada anterior mal y ha empezado peor. La pusieron los viernes, pero ya la han quitado. Su destino está escrito en Sofres.