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«Como el que despide a un huésped, me he quedado bien»

Sin margen para la sorpresa y tal y como se venía anunciando hacía meses, Ken Follett recaló ayer finalmente en Gasteiz para presentar la publicación en castellano de su obra más esperada. «Un mundo sin fin», la segunda parte de su best-seller «Los pilares de la tierra», no pudo tener otro escenario que el que ha sido la inspiración de su obra, la Catedral de Santa María.

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Josune VELEZ DE MENDIZABAL | GASTEIZ

«Doscientos años después, en el mundo de ficción, y 18, en el real, Ken Follett vuelve a Kingsbridge». Con estas palabras introdujo ayer la diputada de Cultura, Lorena Lopez de Lacalle, al escritor Ken Follett, en la que fue la presentación de la edición en castellano de «Un mundo sin fin», de la editorial Random House Mondadori.

Rodeado de un séquito de cámaras de televisión y fotógrafos, el autor de «Los pilares de la tierra» (1989) atendió ayer durante una rueda de prensa multitudinaria a los medios de comunicación. Y es que la primera tirada de la esperada novela histórica ha volado en cuestión de menos de un mes. El 28 de diciembre salió al mercado y, a día de hoy, las ventas rondan el millón de ejemplares.

Responsabilidad ante el lector

Tres años ha trabajado Follet en «Un mundo sin fin». «Hay algunos escritores que sienten pena al terminar su libro después de tanto tiempo. En mi caso ha sido como despedir a unos huéspedes de fin de semana, con los que estás a gusto pero, cuando se van, descansas», ironizó.

Un arduo trabajo que enraizó de pleno en Gasteiz cuando, por primera vez en 2002, Follett fue invitado por la Fundación Catedral de Santa María a conocer las obras de rehabilitación del templo gótico. Follett quedó impresionado por aquella visita. «Nunca había visto nada así. Ver en progreso la rehabilitación fue impresionante, ver lo que hay debajo del suelo de la catedral... En definitiva, no sólo imaginármelo sino verlo in situ», resaltó. Además de la catedral, entre sus impresiones sobre la ciudad de Gasteiz le impactó para bien «el mercado» recuperado en la parte trasera del edificio. «Me imaginaba a la gente allí vendiendo pan y con sus animales», apuntó.

Sus lectores, más que satisfechos con la obra que le dotaría de fama internacional, pedían a gritos hace tiempo ya una novela que diera continuidad a la historia de la ciudad de Kingsbridge y su catedral. Follett reconoció que quizá ésa ha sido una de las razones por la que ha demorado tanto tiempo la publicación. «Escribir esta obra suponía una gran responsabilidad ante los lectores, ya que el primer libro ocupó un lugar especial en sus corazones», dijo.

El proceso ha sido largo. «Necesito un año para plantear la estructura, otro para hacer un borrador y, finalmente, otro para trabajar sobre ese borrador», justificó el escritor.

Tanto «Los pilares de la tierra» como «Un mundo sin fin» son novelas extensas con 512 y 1.184 páginas respectivamente, cuestión que en un principio creó duda hasta en la misma editorial, según reconoció el autor. «Sin embargo, ya desde la primera parte, decidí que serían largas porque transcurren durante un largo período de tiempo y abordan la vida de los personajes durante esos años»,

Ante semejante éxito y vista la trayectoria que siguen los best-seller, Follett no descartó la posibilidad de que le lluevan ofertas de cine. Aún así, no se mostró muy emocionado con la idea, y es que, en su opinión, ambas novelas «son demasiado largas para hacer una película con ellas; aunque podrían convertirse en una serie televisiva. Sin embargo nunca he entendido a Hollywood, por lo que me centro en la escritura de libros y, si los compra, bien y, si no, no me preocupo mucho del tema», subrayó el escritor en su comparecencia ante la prensa.

El de ayer fue el primer evento programado en la agenda del best-seller galés. Hoy, una primera convocatoria tendrá lugar a la 13.00 horas en el Casco Medieval. Será entonces cuando se inaugurará la estatua erigida en su honor en la Plaza de las Brullerías. La obra es un trabajo del artista Casto Solano y, según apuntó el propio Ken Follett, «me pidió un traje, que ya me adelantó que no me devolvería, y también tuve que mandarle una repodrucción del tamaño de mis manos después de meterlas en un líquido y sacar un molde». Follett reconoció estar emocionado y deseando de ver la obra.

Por su parte, Casto Solano ha querido reproducir la figura de este escritor de éxito con toda exactitud, y no es para menos si se tiene en cuenta que a partir de hoy la escultura recordará por siempre a un Ken Follett inspirado por un viejo templo gótico y prendado de la ciudad de Gasteiz.

Ya por la tarde, un repletísimo Teatro Principal escuchará hoy con especial atención la conferencia del autor sobre su último trabajo. La expectación fue tanta desde que se supo que Follet recalaría en Gasteiz que las 1.000 invitaciones dispuestas para el acto se agotaron en diez minutos de reloj.

Premio Olagibel

En el mismo acto también se le hará entrega al escritor galés del Premio Olagibel, otorgado por el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro con motivo de la difusión de la arquitectura gasteiztarra en el mundo.

Ahora la pregunta es si habrá una tercera parte. «He pasado tres años en la Edad Media y ahora estoy escribiendo un libro basado en la época contemporánea, porque necesito un descanso. Quizá algún día», rió.

HOLLYWOOD

Ken Follet no se mostró muy interesado en plasmar su obra literaria en cine, aunque tampoco cerró puertas. «No he recibido todavía ofertas, pero la verdad es que no entiendo muy bien Hollywood», subrayó.

GASTEIZ

El autor galés acudió ayer de nuevo al templo gótico y volvió a insistir en la fascinación que le producen las obras de rehabilitación de la Catedral de Santa María, motivo éste por el que se ha inspirado en ellas para su nueva novela.

Ejemplar en mano, a la espera bajo los pilares del pórtico

Con cerca de un millón de ejemplares vendidos, la presencia ayer en Gasteiz de Ken Follett fue seguida por más de sesenta medios de comunicación, que abarrotaron el pórtico de la Catedral de Santa María.

Sin embargo, no fueron éstos los únicos que se acercaron al templo gótico, ya que una veintena de fans del autor galés esperaron pacientemente junto a la puerta de acceso a que Follett apareciera para firmarles un ejemplar de «Un mundo sin fin». Finalmente, y ante la apretada agenda que durante su estancia en la capital mantiene el escritor, se volvieron a casa con las manos vacías.

Seguramente Follett desconocía la espera de sus lectores y se hubiera llevado una muy grata sorpresa de haberlo sabido. Y es que, ante el éxito internacional que vive el autor, durante la presentación de ayer se le llegó a comparar con una estrella del rock. «Lo que me diferencia de las estrellas del rock es que ellas se meten a la cama cuando yo me levanto para escribir», bromeó. «Además -apostilló con ironía-, yo no tengo groopies». Sí, por contra, fieles lectores que ayer no pudieron satisfacer el sueño de obtener la firma de su ídolo literario. Quizás hoy sea otro día.

J.V.M

TERCERA PARTE

El autor no descartó escribir una tercera parte, pero, en todo caso, eso será en un futuro no muy cercano, ya que, según reconoció, «tras pasar tres años en la Edad Media», necesita volver a la época contemporánea.

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