Puede ser una cuestión de gustos o de posibilidades, pero, para quien cuente con sensibilidad pop o buen gusto para las canciones redondas, la cita con Fountains of Wayne resulta inapelable. Además, si tuviésemos otro tipo de cultura radiofónica, si los medios respetasen las normas por las que se les concedió la licencia de emisión en su momento, «The hotel Majestic» estaría sonando sin cesar.

¿Qué tienen -cabe preguntarse- Fountains of Wayne para que levanten niveles de admiración tan explosivos? La respuesta llega desde el afortunado juego vocal con el que cuentan, la capacidad para iluminar canciones de una inspiración melódica espiritual, los 360º de visión para componer -dentro del pop- canciones hermanadas con infinitos modos, timbres y formas. Y, además, instrumentalmente suenan impecables.

Fountains of Wayne, formados en Nueva York en 1996, presentan «Traffic and weather», uno de los álbumes más edificantes del pasado año. Catorce canciones representadas por títulos como «Fire in the Canyon», «Someone to love», «I-95», «Seatbacks and traytables»... Temas, en definitiva, que bajo la armonía vocal próxima a unos Beatles/Kinks, llegan apoyados por una instrumentación donde las guitarras toman protagonismo de solistas, el lado rock del cuarteto, evidente en muchas situaciones de «Traffic and weather». Además, Fountains of Wayne -quienes mantienen la formación intacta desde hace más de un decenio- también suenan extrovertidos, nueva oleros, muy cercanos al power-pop, camperos, indies y próximos, si se lo proponen, a encajes relacionados con las nuevas tendencias pop de baile.

Layabouts

Son madrileños y serán la banda invitada de la noche. Se les presenta como un grupo con viejas influencias: Beatles, Kinks, The Cure, pero, en realidad, «Y», su álbum, se muestra como un disco de corte muy actual, con ondas próximas a formaciones británicas como The Killers, Bloc Party, The Bravery, The Kooks, We are Scientist, Arctic Monkeys... Y todo muy guitarrero, sucio y, en ocasiones, bailable moderno.