El ultraderechista Lieberman abandona el Gobierno de Olmert
Las limitadísimas negociaciones que el Gobierno israelí está manteniendo con la Autoridad Palestina bajo los auspicios de EEUU pueden costarle el cargo a Ehud Olmert. Avigdor Lieberman, líder del ultraderechista Israel Beitenu, que agrupa a los inmigrantes rusos, anunció ayer que abandona la coalición de Gobierno, un paso que puede seguir próximamente el partido ultraordoxo sefardí Shass.
GARA |
El hasta ayer ministro israelí de Asuntos Estratégicos y viceprimer ministro, el ultraderechista Avigdor Lieberman, anunció ayer que su formación, Israel Beitenu (Israel Nuestra Casa), abandona el Gobierno de Ehud Olmert en protesta por las conversaciones con la Autoridad Palestina tras la Conferencia de Annapolis.
«He dicho a Ehud Olmert que si hay negociaciones sobre cuestiones claves no formaremos parte del Gobierno», destacó Lieberman, pese a que las conversaciones con la Autoridad Palestina no han entrado en cuestiones como el derecho al retorno de los refugiados palestinos de 1948 y la propia Knesset (Parlamento israelí) blindó el carácter de Jerusalén como «capital indivisible del Estado judío» antes de que Olmert acudiera a Annapolis.
Lieberman, nacido en 1958 en Kishinev, la capital de la entonces república soviética de Moldavia, es el líder de Israel Beitenu, una formación que agrupa a los emigrantes de la antigua Unión Soviética y que tiene planteamientos racistas hacia los palestinos y una concepción expansionista del Estado de Israel. Cuenta con once diputados en la Knesset.
«Todo el mundo sabe que este proceso (el diálogo con la Autoridad Palestina) no conseguirá nada porque el principio de paz por territorios es un error garrafal difícil de comprender. Jamás aceptaremos la solución de los dos estados (uno judío y otro palestino)», añadió Lieberman.
En opinión de Lieberman los territorios que Israel ocupó en 1967 (Gaza, Cisjordania y los altos del Golán) y los asentamientos sionistas instalados tienen que permanecer bajo control israelí.
En su comparecencia, Lieberman descartó la posibilidad de que Israel Beitenu pueda alcanzar un acuerdo de Gobierno con el opositor Likud, de Benjamin Netanyahu, antes de que se celebren nuevas elecciones legislativas.
En cualquier caso, la retirada de Israel Beitenu no provoca la pérdida para Olmert de la mayoría en la Knesset, ya que cuenta con el apoyo del partido ultraortodoxo sefardí Shass, que tiene doce diputados. En estos momentos, Olmert tiene el apoyo de 67 de los 120 miembros de la Knesset.
Sin embargo, el Shass también ha mostrado su intención de abandonar el Ejecutivo por la cuestión de las conversaciones con la Autoridad Palestina, especialmente si Israel cede el control de barrios árabes de Jerusalén, una hipótesis que parece lejos de confirmarse, ya que el Gobierno de Olmert ha autorizado la construcción de nuevos asentamientos sionistas en estos barrios, ocupados militarmente en 1967. Ayer mismo, once familias sionistas se instalaron en Silwan.
El Likud, que lidera el ex primer ministro Benjamin Netanyahu, aplaudió la postura de Lieberman e instó al Shass a que también adopte la decisión de abandonar el Gobierno.
Así, Olmert podría verse obligado a negociar con nuevas formaciones, como el partido religioso Judaísmo Unificado de la Torah (seis escaños) y la formación socialdemócrata sionista Meretz-Yahad (cinco escaños), para mantenerse en el poder.
La marcha de Lieberman se produce dos semanas antes de la publicación del informe final de la comisión de investigación sobre la guerra que Israel emprendió en 2006 contra Hizbullah en Líbano, que se presume extremadamente crítico con Olmert. Tras el anuncio de Lieberman, el Oficina de Olmert emitió un comunicado en el que señaló que «el primer ministro tiene la determinación a continuar con las conversaciones que ofrecen la única oportunidad de garantizar la paz y la seguridad para Israel».
Tres civiles palestinos murieron ayer por la mañana en Gaza en un nuevo ataque del Ejército israelí, que también mató en Cisjordania a un dirigente de la Yihad Islámica. Ya por la tarde, otros dos palestinos murieron en otro ataque. Estos ataque se produjeron al día siguiente de que otra incursión sionista en Gaza provocara 19 muertos. De este modo, los muertos palestinos por la violencia israelí desde que comenzó el ascienden a 51.
Los civiles muertos por la mañana en Gaza son Amer al-Yazji, de 36 años; su hijo Amir, de 13 ; y su hermano Mohammed, de 25, y viajaban en un coche que fue alcanzado por un misil israelí. A diferencia del martes, cuando el Ejército israelí señaló que la muerte de 19 palestinos había sido consecuencia de una «operación rutinaria», los militares sionistas destacaron que los fallecidos de ayer en Gaza se debían a «un error en el marco de una operación contra terroristas. Hemos abierto una investigación». Sin salir de Gaza, otros cuatro palestinos resultaron heridos en Beit Hanoun como consecuencia de otro ataque israelí.
Por otra parte, el líder de la rama militar de la Yihad Islámica en Cisjordania, Walid Oubeidi, de 40 años, murió tras ser disparado por soldados israelíes en su domicilio de la ciudad de Qabatiyah, cerca de Yenin.
El Ejército israelí justificó la muerte de Oubeidi señalando que «era una de las figuras principales de la Yihad Islámica y responsable de numerosos ataques terroristas en Israel»
En respuesta a la agresión del martes, Hamas reivindicó el lanzamiento de ocho cohetes contra intereses sionistas.
Como ministro de Asuntos Estratégicos, Avigdor Lieberman era el responsable de la política israelí respecto al programa nuclear iraní, al que el Gobierno israelí se opone frontalmente.