«José Luis Rodríguez Zapatero pasará a la historia como otro presidente más que desperdicia la oportunidad histórica de superar el conflicto que vive Euskal Herria». Así de tajante se mostró el dirigente abertzale Pernando Barrena a la hora de echar la vista atrás y valorar la actuación del Ejecutivo del líder del PSOE en estos cuatro años. Una legislatura que calificó como la del «mandato de la estafa, el fraude y la represión contra este país». Y lo que es peor, tampoco se mostró especialmente esperanzado de cara al futuro, porque, a su entender, la oferta política de Zapatero se resume en «Constitución y situación de excepción».

En una rueda de prensa ofrecida en Donostia al objeto de hacer una valoración de la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, Barrena se congratuló por que Euskal Herria «haya vuelto a ser la gran protagonista» en la agenda política de estos cuatro últimos años. Manifestó, primero, que al igual que los anteriores gobernantes españoles, como Adolfo Suárez, Felipe González o José María Aznar, Zapatero también ha tenido en sus manos «la oportunidad histórica para superar en clave política el conflicto que este país lleva arrastrando durante demasiados años», pero se lamentó después de que, como hicieran sus antecesores en La Moncloa, «ha desperdiciado una oportunidad más».

Ahondando en las causas del fracaso del proceso de negociación, Eusebio Lasa, que compareció junto a Barrena, consideró que el líder del PSOE «ha tropezado en la misma piedra» que Suárez, González y Aznar porque «no ha contado con la valentía suficiente para afrontar el carril político». Criticó, además, que desde Madrid «se ha pretendido traicionar a la sociedad vasca ofreciendo un proceso sin contenidos políticos».

A juicio de Barrena, el Gobierno español ha optado por «la confrontación y el alargamiento del conflicto en lugar de profundizar en recetas democráticas y de solución del conflicto». Una actitud que tildó de «triste».

Sostuvo que durante estos cuatro años «se han marginado todo tipo de dinámicas que perseguían la solución», pero los términos que mejor definen la actuación del Ejecutivo de Zapatero en este periodo respecto a este país son, a su juicio, «el fraude, la estafa y la represión».

La izquierda independentista es de la opinión de que La Moncloa, en su estrategia, ha contado con «fieles colaboradores» en Euskal Herria, un apoyo que que ha contribuido a materializar esa política. Y aseguró, tal como viene denunciando en los últimos tiempos, que esos «colaboradores» son el PNV y la coalición Nafarroa Bai.

Las claves en el centro

Esa forma de actuar contrasta, según afirmó Pernando Barrena, con la «responsabilidad po-lítica» con la que ha trabajado la izquierda abertzale, que se ha convertido en «el referente político de quienes buscaban un esquema de solución y de superación del conflicto políti-co y armado». De hecho, aseguró que las claves para la solución del contencioso «están situadas en la centralidad del momento político gracias a la labor de la izquierda abertzale».

Insistió en esa apreciación al apuntar que «una vez tras otra, ha sido la propia izquierda abertzale la que ha tomado la iniciativa política» para avanzar en el proceso de resolución, rememorando las propuestas presentadas en Anoeta -«Orain herria, orain bakea»- y en el Anaitasuna -la dirigida a la consecución de un marco democrático-. Unos documentos que, a su juicio, siguen siendo «de gran calado político y de total vigencia». Es más, Barrena se mostró totalmente convencido de que terminarán por «alumbrar nuevos escenarios políticos».

De cara al futuro, la izquierda abertzale augura que la oferta política del Ejecutivo español para Eusdkal Herria «continuará basandose en una confrontación pura y dura». Opina, además, que «tanto la utilización de la tortura como las ilegalizaciones o la dispersión seguirán siendo instrumentos de actualidad, a la vez que se marginarán recetas de solución, de encuentro y de superación de las coordenadas de conflicto».

Ante este pronóstico, la izquierda abertzale ha optado por dar centralidad, tanto en el contexto electoral como en el político, a la Propuesta para un Marco Democrático. Barrena explicó que este documento recoge los contenidos que, a su entender, son necesarios abordar para la resolución del conflicto. Así, informó de que su socialización supondrá una de las prioridades de los independentistas.

Asimismo, dirigiéndose al futuro presidente del Estado español, alertó de que «deberá tener muy presente en su agenda el derecho a decidir de la sociedad vasca» y advirtió de que el reconocimiento del derecho a decidir, sin ningún tipo de exclusión, es «básico y fundamental».

ANV, «el asalto final»

Preguntado en torno a las posibles ilegalizaciones de EAE-ANV y EHAK, Barrena aseguró que este tipo de actuaciones «no se ajustan ni responden al más mínimo principio democrático». Y recordando la reciente admisión a trámite por parte del Tribunal de Estrasburgo de los recursos presentados por HB, Batasuna y plataformas de electores contra su ilicitud, sentenció que suponen decisiones que «no respetan el Convenio Europeo de Derechos Humanos».

Pero fue más allá y consideró que esas posibles ilegalizaciones constituyen, para el PSOE, el «asalto final» contra la izquierda abertzale. Una estrategia que «no trata sólo de golpear a la izquierda abertzale como sector, sino que pretende que este país, de ninguna de las maneras, pueda decidir su futuro».

También tuvo un mensaje para aquellos que abanderan este tipo de medidas: «Más temprano que tarde, tendrán que rectificar y dar paso a que conceptos democráticos como el derecho de asociación sean una realidad garantizada».