Los modelos «verdes» y el diésel se abren paso en el salón de Detroit
El salón del automóvil de Detroit ha sacado a la luz en la presente edición la necesidad de desarrollar vehículos menos contaminantes, al tiempo que constructores asiáticos y europeos apuestan por el diésel.
GARA |
Pese a las muestras de optimisdo que desde el salón internacional del automóvil de Detroit se transmiten, la profunda crisis derivada por el desplome de las hipotecas subprime también se ha instalado en el sector automovilístico de EEUU. Las emblemáticas firmas General Motors, Chrysler y Ford buscan soluciones para detener el imparable descenso de ventas en el mayor mercado del mundo ante la cada vez mayor competencia de los constructores asiáticos -Toyota es la segunda firma que más coches vende en EEUU- y europeos, además de las opiniones de los expertos que hablan con nitidez de la recesión que acecha a la primera economía del planeta.
En medio de este panorama, junto a la crisis asoma también la necesidad de respetar el medio ambiente y reducir las emisiones contaminantes, que ha venido también a afilar la rivalidad entre los fabricantes estadounidenses y asiáticos.
Otro tanto ha ocurrido con las intenciones de constructores europeos y asiáticos de presentar en EEUU nuevas generaciones de modelos diésel, justo dos décadas después de que los fabricantes estadounidenses abandonaran este tipo de motores por «ruidosos» y «sucios».
Así, Toyota anunció en Detroit que comercializaría en EEUU versiones diésel de su pick-up grande `Tundra' y del 4x4 `Secoya' «en un futuro inmediato».
La iniciativa se añade al reciente anuncio de otro japonés, Honda, que prevé introducir el próximo año en el mercado americano los modelos que funcionan con motores diésel de nueva generación, mediante su marca de gama alta `Accord'.
Entre los fabricantes alemanes, Daimler, que presentó sólidas ventas anuales para sus modelos diésel en su marca de gama alta Mercedes, tiene también la intención de proponer a los consumidores estadounidenses tres modelos de 4x4 que funcionaban con gasóleo.
BMW y Volkswagen -Audi sí acudió a Detroit con modelos diésel- presentarán en el próximo otoño modelos diésel con destino a EEUU.
Esta multiplicidad de anuncios en favor de un combustible más económico para el consumidor, cuando los precios del crudo se disparan, encuentra un determinado escepticismo en los fabricantes estadounidenses. «No es una tecnología que imagino pueda convertirse en la principal en el mercado americano del automóvil», declaró el presidente de General Motors (GM), Rick Wagoner, al margen del salón de Detroit.
Ford, por su parte, prevé desarrollar en 2010 el diésel propio sobre sus pick-up de serie F-150. Pero el fabricante no prevé momentáneamente extender esta tecnología a los coches más pequeños. En cualquier caso, Ford creó también una etiqueta, `Ecoboost', bajo la cual se propone producir 500.000 vehículos al año, incluidos pick-up, que permitirán ahorrar hasta un 20% de combustible con relación a los vehículos actuales.
Respecto a los modelos «verdes», todos los fabricantes multiplicaron los compromisos en favor de coches que reduzcan las emisiones contaminantes.
Toda la paleta de las nuevas tecnologías está representada: propulsión híbrida, híbrido recargable, motores eléctricos, pila, biocarburantes a base de cereales y también de residuos urbanos.
GM pretende lanzar un híbrido recargable de aquí a 2010, y en la misma fecha un coche 100% eléctrico después de una tentativa abortada en 2003. Chrysler presentó tres prototipos «verdes» y Ford anunció dos híbridos para 2008.
El presidente de GM, Rick Wagoner, afirma que «no es una tecnología que pueda convertirse en la principal en el mercado americano del automóvil». Asiáticos y europeos, sin embargo, apuestan por modelos con ese tipo de motores.