La decisión del presidente del PP, Mariano Rajoy, de rechazar el ofrecimiento de Alberto Ruíz-Gallardón para acompañarle en las listas a las presidenciales del 9 de marzo ha sacudido la precampaña del PP y ha eclipsado la reciente inclusión en las candidaturas del ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro.

Las primeras reacciones se dividen entre quienes, desde el PP, respetan la autonomía de Rajoy y quienes, en el PSOE, dicen ver una evidencia de que quien manda es el ala más dura, con Esperanza Aguirrre a la cabeza.

La mayoría de las voces dentro del PP prefirieron pasar de puntillas sobre el tema y no entrar en profundidad en el anuncio de Gallardón. Una de las excepciones fue Manuel Fraga que, advirtió que esta exclusión «hará perder muchos votos».