Women Eurocup
La fe de Hondarribia-Irun no es suficiente para remontar
La falta de banquillo diluyó el gran inicio de las guipuzcoanas ante un Gospic que supo manejar su ventaja
Arnaitz GORRITI | HONDARRIBIA
La fe mueve montañas, pero no siempre es bastante. Jon Txakartegi predicaba la necesidad de la fe para remontar la desventaja de 19 puntos ante el Gospic, pero para desbancar al conjunto croata hacía falta más, sobre todo por parte de las jugadoras que debían dar un buen relevo a las titulares. De modo que Hondarribia-Irun deberá concentrar sus esfuerzos en la competición doméstica.
Las locales se lanzaron a por el partido con toda su alma. Después del 5-5, las hondarribiarras endosaron un parcial de 9-0 que obligó a las croatas a parar el juego y volver a empezar. El cuadro guipuzcoano parecía tener metido entre ceja y ceja la remontada y volvió a la carga, llegando al final del primer cuarto 24-14, con medio camino recorrido y logrando al inicio del segundo período la máxima ventaja (26-14). El quinteto titular mostraba su calidad y su garra y el milagro parecía posible.
Sin embargo, remitió el empuje de las de Txakartegi, sin buenos recambios, y el Gospic, con Mandir y Englert de líderes, empezó a limar la diferencia. Manejaron su ventaja con inteligencia y el arbitraje tampoco ayudó. Al descanso se llegaba con un deprimente 39-38.
La segunda mitad volvió a ver una arrancada de las hondarribiarras. Su defensa provocaba pérdidas de balón y malos tiros. La máxima ventaja de 12 tantos volvió de esta guisa con el 71-59.
Un nuevo tiempo muerto fue el bálsamo que las croatas necesitaban. Hondarribia-Irun se pasó cinco minutos sin anotar y con la eliminación por faltas de Christon el periplo de Hondarribia-Irun por la Women Eurocup tocó a su fin.
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Hondarribia-Irun, según el propio Jon Txakartegi, formó una plantilla de «ensueño», pero a la hora de la verdad sólo el quinteto titular da la talla. Ayer el Gospic supo valerse de este factor del club guipuzcoano.
