Poco a poco, los responsables de los museos y centros de interpretación han ido tomando conciencia sobre las capacidades de las nuevas tecnologías y algunos incorporaron hace ya tiempo materiales multimedia. Hoy es posible visitar una muestra de arte a través de la red, sin necesidad de desplazarse hasta la sala de exposiciones, e incluso han surgido galerías que únicamente existen en internet, sin una sede física.

Lo que no es tan común es que el espectador pueda conocer un cuadro desde su interior. En la última edición de SIMO, la Feria Internacional de Informática Multimedia y Comunicaciones que se celebra en Madrid, Delirium Studios presentó una aplicación que permite al espectador navegar por el interior de un cuadro digital.

Delirium Studios es una empresa dedicada al diseño y la animación 3D, que cumplirá su primer año de andadura el 1 de febrero. Radicada en Bilbo, ofrece diversos productos, relacionados fundamentalmente con el marketing y la publicidad.

Uno de los proyectos más ambiciosos que ha desarrollado la firma durante su primer año de vida ha sido el del cuadro virtual. Consiste en la reconstrucción en 3D de las escenas representadas en una obra de arte, que pueden visualizarse a través de una aplicación táctil o mediante gafas de realidad virtual. El espectador tiene la extraña sensación de encontrarse dentro del cuadro; puede moverse entre los personajes u objetos existentes dentro de la composición y obtener información sobre texturas, procedi- mientos artísticos...

Diversa información

Se trata de una iniciativa pionera en la aplicación de simuladores de realidad virtual en temas relacionados con el arte, la historia y la enseñanza. Sus creadores no tienen dudas sobre las ventajas que plantea para el aprendizaje. Sin necesidad de hallarse delante de la obra original, uno puede «viajar» hasta el momento histórico en el que fue creada y obtener toda la información que desee sobre aspectos artísticos o sobre el contexto en que fue realizada. Lo hace «en forma de experiencia, lo cual favorece enormemente la retención de conocimientos», explica a GARA Asier Quesada.

El stand que colocaron en SIMO despertó la curiosidad de los asistentes al evento. Para la primera presentación de este proyecto, eligieron dos obras de arte bien conocidas por el público: ``Las Meninas'' y ``Relativity'', de Escher. «Al acercarse a la pantalla, que era táctil, mucha gente pensó que se encontraba ante una fotografía. Al tocar, se introducían dentro del cuadro y se sorprendían mucho».

La representación es posible lo mismo en una máquina táctil, como a través de gafas de realidad virtual, CD, DVD o páginas web. Ya ha mostrado su interés por este proyecto el Museo Thyssen, uno de los más avanzados en el Estado español en museografía didáctica.

La idea del cuadro virtual surgió del corto ``Las Meninas'' que Arturo Monedero creó para ETB, en el que se introducía en este cuadro. Les gustó el juego de perspectivas que proponía «Relativity», de Escher, y decidieron probar también con éste.

¿Hay alguna obra que se resista? En principio no, aunque algunas de arte moderno «plantearían dificultades», según Que- sada. «Encontraríamos otra solución, aunque no sería tan fiel al cuadro», vaticina.