Sin hacer ningún esfuerzo improbo, y basando su superioridad en un segundo cuarto insultante, Tau Baskonia logró pasar sin apuros el trámite de un Union Olimpija muy flojo e inconsistente. Además, la inesperada derrota de Olympiacos ante Prokom Trefl devuelve a los de Spahija la segunda plaza del grupo A.

Ni había mucho público en Zurbano, ni éste se encontraba muy mentalizado en la previa del encuentro y esta abulia se contagió a los propios jugadores. Así las cosas, Union Olimpija se adelantó 0-6 mientras el conjunto baskonista trataba de desperezarse. No obstante, ninguna alarma sonó en las filas baskonistas, sabedores que el partido difícilmente se iba a marchar.

Y así fue. Pese a las continuas rotaciones de los eslovenos, los de Neven Spahija fueron limando primero la desventaja para terminar por adelantarse en los últimos segundos del primer cuarto merced a un triple de Jasaitis y los tiros libres de Planinic. De este primer cuarto sólo se pudo destacar el buen porcentaje desde la línea de 4,70 metros y los buenos minutos de Prigioni, mejorando sus últimos encuentros.

El 26-21 de los diez primeros minutos se debió a la no-defensa de ambos equipos. Pero en el segundo período el letargo defensivo de los de Spahija dejó paso a una buena actividad. Tal vez probando la próxima Copa, el cuadro baskonista ensayó presiones en toda la cancha, presiones de dos contra un jugador... rompiendo por completo el ritmo anotador del Union.

Casualmente, quien peor lo pasó ante la intensidad gasteiztarra fue Goran Dragic, al que nada le salió bien, ni en ataque, ni en defensa.

Viendo que el encuentro se estaba rompiendo -un parcial de 10-4 puso el marcador 36-25 antes del ecuador del segundo período- el conjunto local comenzó a gustarse, dando al escaso respetable presente un espectáculo de bloqueos y continuaciones o penetraciones culminados con asistencias y mates. Splitter, que no jugó en el primer cuarto, engordó y de qué manera sus números gracias a los pases de Prigioni, Vidal y Planinic. El choque quedó sacramentado ya para el descanso con un 52-33 clarificador.

Para la galería

Restaba toda la segunda mitad, pero el encuentro no tenía mucho más que contar. Así las cosas, los segundos veinte minutos fueron más una sucesión de despropósitos y jugadas para la galería que algo más parecido al baloncesto.

Del río revuelto en el que se había convertido el choque quien mayor tajada sacó fue el veterano Marko Milic, que demostró que aún guarda mucha calidad. Mientras tanto, Prigioni se reivindicaba con pases preciosistas y Spahija trataba de rotar a sus hombres con la precisión de un reloj. Al final, hasta Lucho Fernández y Ander García tuvieron su hueco.