En una temporada de 82 partidos en cinco meses y medio, ha de haber lugar a la locura, a los hechos inexplicables, a las mayores sorpresas y a las hazañas más épicas, aunque estas últimas siempre pueden estar exageradas por la poderosa maquinaria de marketing de la NBA.

Se le han dado muchas vueltas al récord de partidos ganados durante una temporada regular a lo largo de las últimas semanas. Los nuevos Boston Celtics del gran trío compuesto por Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen, amenazaban con superar la mítica marca obtenida por los Bulls de Jordan en 1996: 72 victorias por diez derrotas.

Ocurre que hay un punto en el que los partidos se le hacen difíciles a los Celtics. Un momento en el que si el rival corre al contraataque y mantiene un quinteto de estatura reducida en la pista, los verdes de Boston sufren. Así ocurrió en los dos partidos perdidos ante Charlotte Bobcats, y volvió a reproducirse la semana pasada ante Washington Wizards.

Los Celtics cayeron derrotados en Washington por 78-85, con una gran actuación de Antawn Jamison (10 puntos y 16 rebotes) y Caron Butler (16 puntos y 10 rebotes), precisamente dos aleros altos reconvertidos a ala pívot por los diferentes requisitos de cada partido.

No fue diferente el segundo partido, disputado apenas dos días después, donde, de nuevo Butler (21 puntos y 6 rebotes) y Jamison (20 y 7) fueron los mejores hombres de la segunda victoria consecutiva de los Wizards sobre los Celtics por 88-83.

No obstante, Boston recuperó la senda de la victoria ante Portland Trail Blazers y Philadephia 76ers para seguir siendo el mejor equipo con un balance de 32-6. La proyección de victorias al final de temporada es de 69, con lo que la histórica franquicia se quedaría a tres partidos de batir el récord de los Bulls.

Desequilibrio en Phoenix

Tampoco han ido bien las cosas en Phoenix. A la lesión de Grant Hill y a las dos derrotas en cinco partidos, se le sumó un nuevo tropiezo en la cancha de un equipo sin aspiraciones como Los Angeles Clippers. Los Suns cayeron por 90-97 y se dispararon los rumores sobre el posible desequilibrio que sufre la plantilla de Phoenix.

Shawn Marion no está a gusto a las órdenes de Mike D'Antony y parece que Amare Stoudemire también tiene problemas con la disciplina del equipo. Todo parece apuntar que la franquicia de Phoenix ha comenzado a mover fichas para tratar de arreglar la situación de cara a la fecha límite de traspasos.

Pau Gasol, Andrei Kirilenko y Lamar Odom parecen los jugadores preferidos por Phoenix para dar salida a Marion y Stoudemire, aunque parece que sólo Gasol tiene posibilidades ya que tanto Utah como Lakers no tienen intención de desprenderse de Kirilenko y Odom.

Gasol sigue sin contar con el apoyo de su franquicia, Memphis Grizzlies, y busca desde el año pasado recalar en otro equipo que le dé más garantías de llegar lejos en los play offs.

Pese a las derrotas y la falta de cohesión aparente en Phoenix, los Suns siguen siendo líderes del Oeste por delante de Dallas y San Antonio. Aunque el rival que más fuerza y solidez va cogiendo es New Orleans Hornets que se encuentra a una única derrota de los Suns.