El sindicato EHNE augura un «cierre masivo» de explotaciones ganaderas, sobre todo en el norte de Nafarroa, si no se toman medidas urgentes para paliar el aumento del coste de las materias primas y la bajada o estancamiento de los precios que perciben los productores.

La central agroganadera dio ayer la voz de alarma, coincidiendo con la celebración en el Parlamento de Iruñea del pleno de debate de los presupuestos de 2008. Ganaderos y agricultores se concentraron frente a la sede de la Cámara foral para protestar por «la actitud» de los representantes políticos en la negociación de los presupuestos, ante la «crisis sin precedentes» que atraviesa el sector.

El secretario general de EHNE-Nafarroa, Fermín Irigarai, explicó que esa crisis está originada fundamentalmente por el aumento de los precios de las materias primas en torno a un 40% ó 45% en algunos productos. Denunció que el precio del maíz ha subido un 41%; la cebada, un 55%; la alfalfa, un 42%; y la soja, un 38%, y, por el contrario, la cotización del ovino de carne o del vacuno ha descendido en los últimos tres meses.

Irigarai destacó que mientras se ha generado «alarma» por un aumento del 4,2% en el IPC de Nafarroa, «el aumento de los productos básicos que nosotros necesitamos para realizar nuestra actividad es del orden del 40%-45%». «La situación no es de alarma, es de ruina absoluta», subrayó Irigarai, y añadió que las explotaciones ganaderas de Nafarroa «están al límite del precipicio».

Para hacer frente a la situación, EHNE solicita la aprobación de medidas agroambientales -ayudas económicas a los compromisos medioambientales adquiridos por los ganaderos- que en Nafarroa «ya se están aplicando en algunos casos, como en las Bardenas».

Precisó que se trata de «políticas que la Unión Europea está impulsando, que tienen cabida en sus reglamentos» debido a «la demanda social que existe hacia el medio ambiente y hacia este sector como mantenedor del medio ambiente».

Irigarai hizo un llamamiento a la clase política a «tomarse en serio esto», porque «las consecuencias en los próximos meses van a ser nefastas» y se va a producir un «cierre masivo de explotaciones», lo que, según resaltó, tendrá consecuencias en el medio ambiente, en el equilibrio territorial y en la producción de alimentos.

Además, Irigarai recordó el perjuicio económico que genera la lengua azul, dados los problemas burocráticos y la limitación de movimientos del ganado.