Maite SOROA
Tres cornadas, tres
Al final el Tribunal Supremo español les ha pegado la cornada a Atutxa, Knorr y Bilbao. Como en los encierros de San Fermín, se habían librado del primer morlaco, pero ha llegado el segundo de la manada, con peor intención y resabiado y les ha empitonado. Se puede imaginar el tono de las respuestas.
En los diarios del Grupo Noticias estaban que fumaban en pipa porque se las prometían felices sólo anteayer: «Todos los elementos apuntaban a que el caso Atutxa iba a pasar a la historia con un carpetazo definitivo. Pero el pleno de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo sorprendió anoche a propios y extraños con una extemporánea condena de inhabilitación a Juan Mari Atutxa, Gorka Knörr y Kontxi Bilbao que, más allá de que sólo tenga efectos prácticos en el caso de la tercera -todavía parlamentaria de EB-, desde el punto de vista político y hasta simbólico supone la consumación de un despropósito y el triunfo de un grupo ultrade-rechista como Manos Limpias, la última estela de una insistente acusación que no paró hasta sentar al Parlamento vasco en el banquillo de los acusados» O sea, que la fachenda encuentra calorcito en los tribunales españoles. Bueno es que se enteren, aunque sea tarde.
Para el editorialista de «Noticias de Gipuzkoa», «Diario de Noticias» y «Diario de Noticias de Alava», «Resulta descorazonador comprobar cómo pueden acabar arrastradas por el fango las intachables trayectorias personales y políticas de Atutxa, Knörr o Bilbao. Y resulta también inquietante pensar hasta dónde pueden alcanzar los tentáculos de un grupo ultraderechista en esa misma alta magistratura empeñada en extender su manto de sospecha hasta el líder de los socialistas vascos o el propio lehendakari. La estela del caso Atutxa retorna desde un oscuro pasado». ¡Estos no sabían con quien se jugaban los cuartos!
Y si no, que se lo pregunten al editorialista de «El Correo Español», que estaba tan pichi y se permitía darles un consejillo a los reos: «La decepción que haya provocado el fallo en los imputados no debería conducirles, como hasta ahora, a pronunciarse deslegitimando al poder judicial, ni a tomar este veredicto, recurrible ante el Constitucional, como interesado precedente para sumarios aún por enjuiciar». Ya ven, se mofan.