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El PSN aprueba los presupuestos «orgulloso» y «sin pedir perdón»

El Gobierno de Miguel Sanz ya tiene presupuestos. El PSN se los aprobó «absolutamente orgulloso» de las modificaciones introducidas y dejando claro que «no vamos a pedir perdón» por ello, en palabras de su portavoz, Roberto Jiménez. Nafarroa Bai quiso poner de manifiesto su malestar por la actitud del PSN, al que acusó de «sumisión» a UPN, a través de la retirada en bloque de sus enmiendas al Departamento de Relaciones Institucionales.

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R. S. |

Con un retraso de tres semanas achacable únicamente a la demora de UPN a la hora de enviar su proyecto al Parlamento -antes envió un borrador al PSN-, la Cámara navarra dio luz verde ayer al primer presupuesto de la legislatura. Los dos socios del Ejecutivo, UPN y CDN, disfrutaron del apoyo sin fisuras del PSN, lo que permitió a Carlos García Adanero (UPN) destacar en varias ocasiones que éste ha sido el proyecto con más respaldo de los últimos años: le han dado el sí un 72% de los parlamentarios, que según García Adanero «supone también el 72% de la ciudadanía».

Si en la víspera había sido el otrora portavoz del sector crítico Juan José Lizarbe quien justificó la posición del PSN, ayer le tomó el relevo en la parte final Roberto Jiménez, el principal representante del grupo. Lo hizo para afirmar que no sólo han avalado el proyecto del Gobierno de Sanz con convencimiento, sino además «absolutamente orgullosos» de las modificaciones introducidas.

En respuesta a las críticas formuladas por Nafarroa Bai e IUN, Jiménez dijo que «no vamos a pedir perdón» y aseguró desde la tribuna que el PSOE «es el referente de la izquierda en Europa, España y Navarra, no ustedes», en alusión a NaBai.

Por si hubiera alguna duda a estas alturas, Jiménez dejó claro que su grupo garantiza que no habrá cambio de gobierno hasta 2011, en línea con el compromiso de «estabilidad» expresado por José Luis Rodríguez Zapatero a Miguel Sanz en La Moncloa en setiembre.

Retirada de NaBai

El debate y votación de las enmiendas departamento a departamento resultó tan anodino e infructuoso que Nafarroa Bai quiso expresar su malestar en la parte final. Txentxo Jiménez indicó que retiraba todas las propuestas al Departamento de Relaciones Institucionales, lo que le valió una reprimenda del presidente en funciones de la Cámara, Javier Marcotegui (UPN), y críticas de los grupos del Gobierno, que se quejaron de que la maniobra les dejaba sin opción de réplica. José Andrés Burguete, de CDN, tildó incluso esta acción de «filibusterismo».

Al hilo de ello se produjo uno de los escasos momentos calientes de estos dos días de sesión plenaria. Txentxo Jiménez calificó el nuevo Departamento de Relaciones Institucionales como «el aparato de agitación y propaganda» del Gobierno. Desde el PSN, Roberto Jiménez le replicó que «ustedes no querían debatir este Departamento porque iban a salir las verdades del barquero; ustedes quieren cargarse la Delegación del Gobierno de Navarra en Madrid. Ahí se ve que ustedes son nacionalistas», dijo a NaBai. Este término ha sido dirigido a la coalición en reiteradas ocasiones durante esta sesión plenaria como si se tratara de una descalificación, tanto por parte de UPN como desde el PSN. Maiorga Ramírez respondió desde NaBai que «ustedes también son nacionalistas».

Tanto NaBai como IUN se centraron en asegurar que se trata de unos presupuestos continuistas y de derechas. Ion Erro dijo desde esta última formación, parafraseando al portavoz del PSN, que «son unos presupuestos útiles para una parte de los navarros, pero no para las clases desfavorecidas ni para las personas con mayor problemática social». Acusó al partido de Carlos Chivite de «permitir a la derecha gobernar y hacer unos presupuestos de derecha».

Txentxo Jiménez resumió el desencanto de Nafarroa Bai con el PSN incidiendo en que, pese a que el resultado final estaba cantado, «no hacía falta tan sumisión». Roberto Jiménez indicó, frente a ello, que lo que proponía Nafarroa Bai era «un pre- supuesto alternativo que tres minutos después nos llevara o a una moción de censura o a unas elecciones anticipadas», opciones que recalcó que el PSN no está dispuesto a contemplar en ningún caso.

TRES ENMIENDAS

Durante las dos jornadas de debate, el bloque UPN-CDN-PSN únicamente ha permitido que salgan adelante tres de las enmiendas de Nafarroa Bai e IUN. En total se habían presentado a la sesión final unas 600.

4.287 millones

El proyecto aprobado asciende a 4.287 millones de euros y conlleva un incremento cercano al 10% respecto al del ejercicio anterior. Ha sido pactado en varias fases por UPN y el PSN. El pacto se selló hace más de un mes.

EAE-ANV califica las cuentas como «neoliberales y antisociales»

LAB y EAE-ANV se concentraron ayer a las 12.30 frente al Parlamento de Nafarroa para mostrar su disconformidad con los presupuestos para el presente año, a los que finalmente la Cámara dio ayer su visto bueno. Al acto de protesta asistieron cerca de 200 personas.

Los representantes del sindicato abertzale se congregaron bajo el lema «No rotundo a los presupuestos de la patronal», mientras los de EAE-ANV portaban una pancarta que rezaba «Inposizioaren aurrekonturik ez, Independentzia». Santi Lorente, número uno de la lista que la formación ekintzale presentó al Parlamento navarro en las pasadas elecciones forales y que finalmente fue ilegalizada, calificó los presupuestos debatidos y aprobados por la Cámara como «de derechas, neoliberales y puramente antisociales».

El portavoz ekintzale denunció que desde 1998 «en Nafarroa se ha impuesto una política recaudatoria en la que se va hacia atrás, y se hinchan los ingresos de los impuestos directos con los beneficios fiscales», al tiempo que añadía que «los impuestos indirectos como el IVA afectan de igual manera a personas que cobran 900 o 1.000 euros como a quienes se hinchan los bolsillos con sueldos de 3.000 o 4.000 euros».

Lorente también criticó con dureza que la rebaja del impuesto de sociedades del 32,5% al 30% que contemplan estos presupuestos «no mejora la competitividad de las empresas, sino los beneficios empresariales», y sentenció que esa decisión «reduce la aportación de las rentas altas al sostenimiento del gasto público». A. V. M.

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