«El año pasado me pudo la presión, no saltaba al campo a disfrutar»
JUGADOR DE OSASUNA
Tras la irregularidad de la temporada pasada, Natxo Monreal ha conseguido asentarse en el lateral izquierdo, donde ya acumula cinco partidos ligueros consecutivos, amén de otros tantos en anteriores jornadas. El de Ezkirotz está demostrando que, junto a César Azpilikueta, son la pareja de laterales de futuro de Osasuna.
Natxo MATXIN |
Esta es su quinta campaña seguida con Ziganda, el técnico que se ha empeñado en convertirlo en un jugador importante de la Primera División. Natxo Monreal le está agradecido y esperar devolverle su confianza con un rendimiento acorde a la calidad que el de Ezkirotz atesora y que ha comenzado a mostrar.
¡Vaya diferencia con respecto a la temporada pasada! ¿Coincide en que su rendimiento ha crecido exponencialmente?
La verdad es que las cosas me están saliendo bastante mejor comparadas con el año pasado y de lo que se trata es de ayudar lo máximo posible al equipo, que es lo que quiero. Es cierto que la temporada anterior fue un tanto negra por las lesiones y enfermedades que padecí.
¿Este es el mejor Monreal o todavía se puede esperar mucho más?
No lo sé, ahora mismo me encuentro bastante bien, estoy muy cómodo en el campo. ¿Si se puede dar más? Lógicamente, con los años iremos mejorando en el apartado de la experiencia y creo que, no sólo yo sino cualquiera, tenemos margen de mejora de aquí en adelante.
De momento, parece que se centra más en defender.
Partiendo del hecho de que soy defensa, lo primero que se nos exige es defender, eso está clarísimo, si no defiendes bien, no juegas. A partir de ahí, una vez que ya controlas la zona y tienes más o menos sujeto al extremo, lo ideal es echar una mano a los de arriba. Además, siempre me ha gustado subir la banda, ya lo hacía desde crío, pero hay que saber cuándo hacerlo porque los carrileros de Primera son muy buenos y te pueden hacer mucho daño.
Ha venido comentando que lo del año pasado le vino bien como experiencia, para aprender de los errores. ¿Qué hizo mal la anterior campaña?
Fue una temporada bastante dura en el sentido de que era mi primer año en la máxima categoría y, quieras o no, no conoces ese mundillo hasta que no estás ahí. Se puede decir que me pesó, la presión me afectó y no me dejó centrarme en lo que realmente tenía que hacer, que era salir al campo, disfrutar y jugar bien. Estaba maniatado y no me encontraba cómodo. Ahora, tras acumular esa experiencia, las cosas me van mejor.
La exigencia es máxima en Primera División.
El año pasado subí con toda la ilusión del mundo, confiado en que me iban a salir bien las cosas, pero es un cambio bastante grande subir de Segunda B y hay jugadores a los que se les nota más y a otros menos. Yo lo acusé, pero también las lesiones y enfermedades no me dejaron en paz prácticamente durante toda la temporada. No tienes confianza, no coges ritmo de partidos, y en un mundillo en el que todo el mundo es súper profesional y gente buenísima, si no estás al cien por cien al final te comen.
Lesiones que a principios de la presente campaña tampoco le respetaron, cosa que ha variado en las últimas fechas.
Este año empecé con muchas ganas, pero desgraciadamente tuve dos lesiones al principio que no me permitieron optar al puesto durante los siete primeros partidos. A partir de ahí, ya no he vuelto a tener ningún problema y eso se nota porque he ido cogiendo ritmo de partidos, espero que continúe la racha.
Ziganda, con el que venía coincidiendo desde las categorías inferiores, confió desde el principio en usted. Tal y como discurrió la temporada pasada, ¿temió defraudarle en algunos momentos?
Exactamente defraudarle no, porque llevaba ya tres años con él y me conocía perfectamente. Si me colocó desde el principio como titular era porque sabía que tenía nivel y que lo iba a hacer bien. Pero luego tuve ese bajón por lesiones y enfermedades y la verdad es que bastante tenía con lo mío por el hecho de que no estaba bien y no podía ayudar al equipo.
La apuesta del técnico se extiende al lado opuesto de la defensa, ocupado ahora mismo por César Azpilikueta, ¿ve a ambos como la dupla de laterales de los próximos años en Osasuna?
Sería lo ideal, se está confiando en gente de abajo que va respondiendo. Azpilikueta lo está haciendo genial en los últimos partidos y ojalá sigamos en ese nivel los dos para que podamos estar muchos años aquí.
El que su trayectoria deportiva siga en ascenso va a depender mucho de que el equipo siga en la máxima categoría.
Todo el mundo desea que Osasuna continúe muchos años en Primera División porque tenemos equipo como para seguir al más alto nivel y nosotros dos queremos contribuir a que el equipo siga dando mucha guerra durante más tiempo.
¿Y va a ser posible que se consiga la permanencia con lo visto hasta ahora?
Sí, creo que sí. Estamos metidos ahí abajo, pero la Liga está muy igualada porque incluso el séptimo está a apenas cinco puntos de los puestos de descenso y, en cuanto te duermes, bajas a esas posiciones. Tenemos equipo suficiente como para salvarnos.
¿La victoria ante el Athletic va a suponer algo más que tres puntos, va a ser un antes y un después en el recorrido liguero rojillo?
En principio son sólo tres puntos, pero esa victoria nos va a dar mucha moral porque habíamos empezado el año bastante mal con tres derrotas consecutivas en otros tantos encuentros y la eliminación de la Copa. Necesitábamos un triunfo como fuera, lo conseguimos y para la cabeza nos va a venir muy bien, de cara a afrontar los siguientes choques.
Precisamente van a ser dos salidas muy complicadas. La opinión generalizada es que va a ser muy difícil siquiera puntuar, no digamos nada en el Camp Nou, pero ¿cuál es el sentir de la plantilla?
Es cierto que jugamos contra dos equipos muy buenos y encima lo hacemos en su casa. Pero en esto del fútbol cualquiera puede ganar a cualquiera, y ni muchos menos estamos pensando que vamos a perder en ambos envites. Vamos a salir a ganar y, si hacemos las cosas bien, tendremos nuestras posibilidades.