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CRÓNICA Criminalización de una demanda social

«Respetadnos, los jóvenes no somos vuestro videojuego»

Ayer tuvo lugar el primer juicio por la campaña de desobediencia civil realizada por la iniciativa Iruñerria Piztera Goaz el pasado mayo. Los participantes en la iniciativa no acudieron a la vista y llevaron a cabo una nueva acción contra lo que consideran «una criminalización de la reivindicación social».

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Jasone MITXELTORENA

Iruñerria Piztera Goaz volvió a salir a la calle ayer, y lo hizo igual que hace ocho meses, cuando varios jóvenes ocuparon simbólicamente la Casa de la Juventud, una acción pacífica que ha derivado en su procesamiento en la Audiencia de Nafarroa. Ayer se celebraba la vista para juzgar a los imputados, pero los participantes de la iniciativa decidieron no acudir a ella considerando que las reivindicaciones sociales y políticas no se pueden resolver en los juzgados. Cuatro activistas se subieron al tejado del edificio que el Ayuntamiento destina a los jóvenes, encadenándose a lo alto con reivindicaciones como «Gazteon aukera, gaztetxea», «Okupas prisión? Barcina respétanos» o «Santamaría y compañía: los jóvenes no somos vuestro videojuego».

Una cadena de juicios

La vista de ayer es el comienzo de una serie de juicios que en total solicitan hasta 37 años y medio de cárcel para los imputados por diversas acciones llevadas a cabo dentro de la cita- da campaña. Los acusados declararon que «nuestra actuación y nuestra reivindicación es social y pacífica, y consideramos que no son los jueces los que responderán a ellas». Exigieron respeto para los gaztetxes, indicando que «hace fal- ta un ejercicio de tolerancia, no de represión».

Y es que, tal y como precisaron, la respuesta del Ayuntamiento gobernado por UPN a las demandas vecinales, de las comisiones de fiestas y otros organismos se ciñe a la represión. En ese sentido, señalaron al jefe de la Policía Municipal, Simón Santamaría, como sujeto que materializa esa represión violenta, «la herramienta del UPN para llevar a la cárcel a los jóvenes». Por todo ello, exigieron que «desaparezcan las consecuencias de la dictadura municipal y, por tanto, que se anulen las sanciones que derivan de la misma». «No aguantamos más que seamos perseguidos como en un videojuego», sentenciaron. Añadieron que «somos muchos los que estamos hartos», en referencia a la política restrictiva del Ayuntamiento y la represión del cuerpo policial dirigido por Santamaría, y por ello reclamaron que «debemos mostrar nuestro rechazo de una forma clara». En su opinión, se debe dar una respuesta ante la situación; por ejemplo, mediante la desobediencia.

Gran expectación

Iruñerria Piztera Goaz hizo estas declaraciones en la puerta de la Casa de la Juventud, mientras otros activistas se mantenían en el tejado. Acto seguido, se congregaron en frente del edificio para apoyar a los encadenados. La recepcionista de la sede dio aviso de lo que ocurría, y los agentes de la Policía Municipal no tardaron en llegar. En un principio dudaron sobre qué hacer, parecían un tanto desconcertados, y se dispusieron a dirigir el tráfico, a pesar de que nadie se hallaba en la calzada y no se interrumpía la circulación. Eso sí, a esa hora y en esa zona, el tráfico era abundante, y era considerable la expectación creada entre los conductores y viandantes por la acción reivindicativa. Muchos de ellos mostraron su apoyo a los jóvenes.

Finalmente, algunos de los agentes ascendieron al tejado y procedieron a soltar a las personas encadenadas, que fueron identificadas. Una fue trasladada a comisaría, aunque inmediatamente le dejaron marchar.

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