Maite Soroa
Todos pegaditos a Rajoy
En «El Diario Vasco» aportaban ayer un editorial más en la línea del PP que el discurso de algunos dirigentes del mismísimo PP. Se referían, como pretexto, a la enmienda presentada en un debate interno del PSOE por el inefable Rodríguez Ibarra contra el diálogo y la negociación con ETA.
Según el editorialista de «El Diario Vasco», «ni el presidente Rodríguez Zapatero ni el ministro del Interior, ni los órganos colegiados de su partido han querido explicitar a lo largo de este último año una revisión autocrítica del mal llamado proceso de paz». Hasta aquí podríamos suscribir esas dos afirmaciones, aunque en sentido inverso: el Gobierno español debería realizar una autocrítica y debería hacerla precisamente porque dada su actitud llamar a eso «proceso de paz» es ser demasiado complaciente con Zapatero y su mano derecha.
Pero para el DV la última boutade de Rodríguez Ibarra «constituye la referencia que más se aproxima a una explícita recapacitación en la estrategia antiterrorista». No olviden mirar a quién les aplaude para saber a quién le toca llorar. El propio Rodríguez Ibarra parece olvidarlo con facilidad.
Y es que, al final, no salió adelante la propuesta de Ibarra, sino una especie de churro, aliñado con -«transaccionado», dicen- con Patxi López, componenda que no termina de convencer a los de «El Diario Vasco».
En consecuencia, concluían su editorial-soflama asegurando que «postular que todo gobierno está obligado a hacer cuanto sea necesario para poner fin al terrorismo constituye un argumento falaz si su actuación no responde consecuentemente al inmovilismo de ETA. Y resulta evidente que mientras los activistas de ETA y sus adláteres se resistan a reconocer su derrota sin paliativos, el Estado constitucional no podrá empeñarse en otro objetivo que el de derrotar al terrorismo». Es la hora de pedir leña.